Nos encontramos en un contexto de crisis económica que patronal y gobierno (general, autonómico o municipal, según el caso), están aprovechando para imponer una agenda de recortes a la clase trabajadora. Con el aumento del paro, han conseguido una amenaza inigualable para que traguemos con la reducción de salarios, aumento de jornada y otras muchas pérdidas de derechos. Es el ejemplo de la jardinería y limpieza viaria del municipio de Madrid, donde ayuntamiento y patronal acordaron un drástico recorte presupuestario que las empresas utilizaron para imponer a sus respectivas plantillas de trabajadores, con la amenaza de un ERE aplicable a 1144 personas que viene a complementar los despidos que poco antes de iniciarse el conflicto ya empezaron a llevar a cabo en algunas empresas adjudicatarias.
Ante esta situación, los trabajadores han dado un claro ejemplo de dignidad y de no dejar que pisen sus derechos, con una auténtica huelga, de carácter indefinido (porque se entiende que las huelgas se hacen para ganar). Como siempre, no faltan los detractores de todo tipo de conflicto social que critican las movilizaciones de los trabajadores en lucha alegando las “molestias que sufren”, acogiendo el discurso con el que Estado y Patronal nos bombardean desde sus medios de comunicación. Sin embargo, este discurso se ve cada vez más silenciado, cada vez menos gente se lo cree, evidenciándose la ruptura social entre dos mundos: los ricos, políticos, empresarios, banqueros, los poderosos y opresores que controlan nuestras vidas y nosotros, trabajadores explotados, en paro, estudiantes, oprimidos en general, condenados a la miseria por su modelo político y económico que genera las diferencias sociales que vivimos. Como decimos, esta ruptura social es la que permite recuperar esa conciencia de clase que, ante una lucha concreta, dicha lucha se vea respaldada por quienes no estamos implicados directamente en ella, pero que entendemos que en el apoyo mutuo entre oprimidos está la clave de la superación de las diferentes problemáticas con las que intentan someternos para seguir forrándose cada vez más y más a nuestra costa.
Un ejemplo de este apoyo mutuo que decimos fue la manifestación del día 7 de noviembre, con centenares de vecinos de Carabanchel apoyando la huelga indefinida, parados, trabajadores de distintos sectores y estudiantes que entendemos, como decimos, que cualquier lucha es la lucha de todos los oprimidos. Frente a esto, cabe mencionar el papel rastrero y mercenario que siempre juega la policía en estos casos como herramienta directa de la opresión del Estado y el Capital, ya que no son ellos quienes crean el problema, pero sí quienes nos impiden atacar directamente a la fuente de éste, quienes defienden y legitiman día a día nuestra situación, golpeándonos, torturándonos y encarcelándonos cuando luchamos, como fue el caso de dicha manifestación.
Por todo esto, entendemos que ante cada nueva lucha debemos ser cada vez más quienes nos encontremos en las calles defendiéndonos de sus agresiones, creando redes de apoyo mutuo que faciliten la respuesta. Una respuesta cada vez más multitudinaria sin líderes ni jerarquías de ningún tipo, mediante la acción directa, la acción sin mediadores que intenten frenar la lucha. Sólo así podremos continuar el camino hacia nuestra emancipación, poniendo fin a esta situación miserable y recuperar nuestras vidas de toda forma de autoridad.
CONTRA LOS ATAQUES DEL ESTADO Y EL CAPITAL,
¡APOYO MUTUO Y ACCIÓN DIRECTA!
Juventudes Libertarias de Carabanchel – Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
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