Entre los pasados días 1 y 4 de agosto, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias celebró su Congreso Peninsular en la Casa del Pueblo de localidad asturiana de Candás (Carreño). Aunque la crónica ampliada aparecerá en el próximo Fuelle (órgano de expresión y combate de la FIJL), queríamos reseñar los cambios más relevantes que han sido aprobados y hacer un esbozo de lo que pensamos será un paso más en la reorganización de la juventud para la lucha contra cualquier forma de poder.
Consideramos que el cambio fundamental es el cambio aprobado en nuestra estructura orgánica. La base de la FIJL hasta este último Congreso han sido exclusivamente los grupos de afinidad e individualidades, siendo los primeros los únicos con capacidad de decisión. Los grupos de afinidad estarían formados por individuos que poseen un acercamiento palpable a nivel teórico y metodológico, lo cual les permite madurar una visión muy concreta del anarquismo y de las múltiples problemáticas a las que éste pueda hacer frente. Las individuales son personas federadas no integradas en ningún grupo dadas unas circunstancias coyunturales pero que se entienden como el germen de nuevos grupos. Éstas carecen de capacidad de decisión dada su incapacidad para desarrollar los acuerdos que se toman, pudiéndose producir, de no ser así, una disociación entre quien decide y quien ejecuta propia de las organizaciones delegacionistas.
Los acuerdos tomados en este último Congreso amplían la base orgánica de la FIJL a los grupos abiertos y grupos de trabajo. Los grupos abiertos estarían compuestos por individuos cuya afinidad no está consolidada, pero que tienen como referente mínimo el Pacto Asociativo y acuerdos generales de la FIJL. Los grupos de trabajo, en cambio, son fórmulas impulsadas por grupos de afinidad o individualidades para trabajar conjuntamente con individuos interesados en la Federación, de cara a un futuro ingreso. Estos últimos grupos de trabajo, a diferencia de los otros, no tienen peso orgánico de manera que no se crea una doble militancia incompatible para aquelles que también integren grupos de afinidad o individualidades.
Entendemos que la existencia de afinidad en los términos antes expresados no siempre es factible entre personas jóvenes ya que requiere años de militancia conjunta. Asimismo, cada localidad tiene unas problemática, posibilidades y capacidades diferentes por lo que en cada localidad se podrá elegir el modo de funcionamiento que mejor potencie el asentamiento de la federación como forma de organización de la juventud anarquista y la lucha contra la opresión.
Aún así, se considera que la afinidad debe ser la aspiración. Por un lado, porque el grupo de afinidad es la fórmula que consideramos idónea para responder a las diferentes necesidades inmediatas, tanto de la federación como de las distintas problemáticas sociales, por su capacidad de acción rápida, efectiva y concreta al compartir una visión afín de la realidad, de las problemáticas que la afectan y de la lucha. Por otro, por el desarrollo personal que aporta al individuo la existencia de fuertes vínculos de afinidad, vínculos creados en la lucha conjunta que escapan a la lógica de esta sociedad superficial de consumo.
Por supuesto, estas decisiones no estuvieron exentas de debate pues se plantearon posibles problemas que pueden surgir fruto de un crecimiento repentino de la organización que pudiera desestabilizar la afinidad y cohesión internas. Sin embargo, se apostó por el mantenimiento del proceso de aval ya existente para evitar este tipo de problemas que más de una vez han surgido en el seno de las organizaciones anarquistas. En resumen, se entendió perfectamente la situación de la FIJL como organización específica. Como una organización que no puede permanecer hermética a la juventud, pero que de ningún modo es una organización de masas donde cualquiera puede entrar sin un compromiso ideológico y militante previo.
Además de los cambios en la estructura, se debatieron sobre temas importantes como el referente a la violencia y su relación con el anarquismo y a la llamada “unidad de acción” y el frentepopulismo como caso específico juvenil, donde nos reafirmamos en el convencimiento de que no podemos diluir nuestras ideas en la calle colaborando con organizaciones contrarias a las mismas. Teniendo en cuenta el interés del debate, en el próximo Fuelle desarrollaremos estos temas intentando recoger el sentir de las ponencias iniciales, de las diferentes posturas y las conclusiones alcanzadas.
Asimismo, se aprobó realizar una amplia conferencia sobre anarquismo y juventud para analizar con detenimiento los puntos de encuentro y desencuentro entre los distintos modelos organizativos por los que está apostando la juventud anarquista. Esperamos hacer pronto públicas las primera ponencias.
Por último, nos gustaría expresar nuestro aprecio y mandar un fuerte saludo libertario a todes aquelles que, estando presentes o no, mostraron su apoyo a nuestra Federación, sobre todo a la CNT-AIT de Candás por su acogida y su esfuerzo, deseándoles salud y acierto en su labor anarcosindicalista. Han sido cuatro días de compañerismo, de debate y de trabajo para estrechar nuestros lazos de afinidad. Cuatro días en los que fortalecer una organización dentro de un amplio movimiento anarquista y que concluyeron con éxito un Congreso en el municipio de Carreño gracias precisamente a ese compañerismo y el buen hacer de les compañeres de la organización.
¡POR LA AUTOORGANIZACIÓN DE LA JUVENTUD!
CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL Y SUS FALSOS OPOSITORES,
¡VIVA LA ANARQUÍA!