[Blog] La religión esclaviza

Hacemos eco del blog la religión esclaviza, creado entorno al caso de Mónica y Francisco, que han sido condenados a 12  años de prisión por “lesiones” y “daños con finalidad terrorista”, acusados de colocar un explosivo en la Basílica del Pilar. Este blog hace recordar que la religión ha sido, es y será una de las mejores herramientas de la dominación, sometiendo a la humanidad durante siglos con sus castigos, sus mentiras, sus censuras, su fidelidad a una autoridad absoluta y su explotación de nuestros cuerpos y mentes. A continuación dejamos la presentación que tiene blog en su página.

 

Con la apertura de este blog, se pretende crear un espacio de crítica hacia una de las opresiones que ha pretendido someter nuestra alma y nuestro cuerpo durante siglos: la religión. Cualquier dios no es sino un gobernador absolutista, un juez que beneficia a los poderosos y a nosotros nos condena, un padre autoritario que exige que nos humillemos; es decir, un tirano que ordena lo que debemos ser y hacer y a quien, por lo tanto, debemos destruir. Del mismo modo, la iglesia es su sucursal terrestre encargada de hacer cumplir su ley y su moral; siendo históricamente un centro de corruptelas, abusos, violaciones, etc.

En el nombre de un dios se han llevado a cabo sin escrúpulos guerras, asesinatos, secuestros, torturas y demás atrocidades contra las personas. Que todo su anterior poder se haya repartido entre distintas autoridades estatales no implica que haya dejado de existir como elemento represor ni que deje de influir en los poderes fácticos y de servir como legitimidor a los mismos.

Un ejemplo de ello es el caso de nuestros compañeros Mónica y Francisco, en prisión preventiva (sin juicio) desde hace más de dos años, y con una petición fiscal de 44 años de prisión a cada uno por las acusaciones de pertenencia a organización terrorista, estragos, lesiones y conspiración; girando todas estas acusaciones en torno a la colocación de un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar.las, cóm Cuando salió la petición fiscal, hace unos meses, aparecieron dos acusaciones particulares, una de elo no, del Cabildo de Zaragoza. Fiscal y Cabildo, Estado e Iglesia, mano a mano como siempre, en esta ocasión para defender este mundo de miseria, para intentar eliminar cualquier lucha por un mundo nuevo. Ellos usarán todas sus armas para defenderse atacando aquello que no pueda asimilar, en este caso, las ideas y prácticas anarquistas. No caeremos en sus dinámicas ni lenguaje, superando el binomio inocente-culpable. Encajaremos los golpes y seguiremos en la lucha, no dejaremos a ningún compañero solo en las garras del Estado.

 

Contra toda autoridad: contra todo dios, contra toda iglesia.
¡Fuerza y libertad para Mónica y Francisco y todos los luchadores presos y perseguidos!
¡Muerte al estado y viva la anarquía!

NI EVASIÓN NI ESCAPISMO: POR UNA FELICIDAD CONSTRUIDA EN LIBERTAD

Lo que hoy se practica bajo el nombre de fiesta es una de las opciones mayoritarias en esta sociedad para evadirse de una realidad aciaga y destruir, de paso, todo lo que pueda convertirnos en personas libres. Para empezar, toda la fiesta está dirigida al consumo de drogas (legales o ilegales), sobre todo alcohol y cannabis, pero también cocaína, speed, anfetaminas, drogas de diseño, alucinógenos, etc. Siendo, por lo general, el alcohol y el cannabis las puertas de entrada hacia el policonsumo de otras sustancias. No hay más que probar a “ir de fiesta” sin tomar ningún tipo de droga, ni siquiera alcohol; la mayoría de las personas encontrarán que la denominada fiesta no es para nada divertida.

Al estar todo dirigido hacia el consumo de drogas, la persona se encuentra con una percepción alterada de la realidad, por lo tanto, su conciencia se ve alterada. Esto es importante en tanto en cuanto es una forma de control: si la realidad no me gusta, en lugar de afrontarla y hacerme consciente de cómo funciona el mundo que me rodea para transformarlo (lo cual resultaría doloroso), altero mi conciencia tomando sustancias que, por un lado me hacen sentir placer o eliminan el displacer y, por otro, me alejan de esa realidad que no me gusta. Así, se puede soportar de nuevo otra semana más de explotación laboral, de pedagogía autoritaria, de control social, etc. Por otro lado se convierte en una práctica totalmente individualista, que nos aleja de las demás personas. No hay más que ver lo que es una discoteca: una enorme sala en la cual la gente se apelotona, pero la música está a un volumen tal que no se puede hablar si no es gritando, por lo tanto, las relaciones se reducen a bailar en solitario, a pesar de estar rodeade de gente. Es decir, por un lado se altera la percepción de la realidad, y, por el otro, las capacidades relacionales. En este estado, difícilmente podrán las personas identificar los problemas de esta sociedad y trabajar colectivamente para construir una sociedad nueva; además, como hemos dicho anteriormente, tampoco lo necesitarían ya que escapan durante el fin de semana de la realidad, liberando así toda la tensión que les pueda producir un mundo que no gusta a nadie y pudiendo afrontar otros cinco días más de realidad institucionalizada.

Sin embargo, abogar por la desaparición de la diversión sería absurdo, ya que el ser humano necesita divertirse. Por otro lado, si la diversión concebida tal y como se concibe hoy, es un potente instrumento de adormecimiento de masas, sería interesante redefinir el concepto de diversión convirtiéndola en algo autoconstruido, consciente, agradable, relacional, creativo y activo. Y, llegando a este punto, creado un nuevo concepto de diversión basado en una actividad creativa y consciente, surge otra cuestión: ¿Dónde está la línea que delimita a estas actividades de las actividades que consideramos “trabajo”? ¿Qué es, para nosotres, el trabajo y qué es la diversión?

Actualmente vivimos en una dinámica social en la que estos conceptos están claramente separados: lo que se conoce como trabajo es esclavitud asalariada, algo alienante, duro, sacrificado y muy poco gratificante; en contraposición a este concepto de “trabajo = esclavitud” aparece el concepto del “ocio” como tranquilidad, evasión y distensión, para poder, precisamente, continuar soportando lo insoportable. Sin embargo, ¿corresponde esta noción capitalista de “trabajo” al sentido que cobra el trabajo en el ámbito libre y consciente propio de una lucha libertaria? ¿o incluso al sentido que cobraría en una sociedad verdaderamente libre?

Nosotres, contraries a la alienación del individue, que luchamos y abogamos por la capacidad de auto-gobernarnos en el día a día, entendemos el trabajo como una actividad creativa y gratificante: a lo que se denomina trabajo nosotres lo llamamos esclavitud. Es este nuevo concepto de trabajo lo que realizamos en nuestra lucha del día a día. Un trabajo que, si bien conlleva momentos de mucho esfuerzo, agotadores y no exentos de frustración (en manifestaciones y piquetes, en toda lucha que emprendemos para combatir situaciones opresivas, injustas y totalmente indeseadas), también aporta momentos constructivos, edificantes y gratificantes (en cada acto que culmina con éxito, en cada jornada de encuentro que realizamos en la que compartimos nuestros conocimientos, nuestros intereses, nuestras inquietudes y nuestros posibles proyectos, etc.). En un entorno así, en el que el trabajo ya no es un antónimo obligado de la felicidad, ¿qué espacio merece ocupar el ocio, y la evasión?

Como anarquistas, consideramos la lucha por la libertad como parte de nuestra esencia, de nuestra propia vida. No la relegamos a un “hobby ocasional” con el que desahogarnos después del trabajo, ni tampoco la categorizamos como un “trabajo necesario, pero duro y fatigoso” del que necesitemos desconectar con jornadas intensivas de ocio despolitizado que nos haga la vida más llevadera.

Nuestra lucha, nuestras ideas, son algo nuestro, algo auto-construido e intrínseco a nosotres, algo que nos enriquece y nos hace crecer como personas: no queremos evadirnos de ellas sino permitir que se hagan cada vez más fuertes y ganen terreno al Estado. Por ello, en contraposición al ocio despolitizado y vacío de contenido, abogamos por la necesidad de aumentar los espacios de lucha, de libertad y creatividad. Espacios ideologizados que nos permitan seguir creciendo individual y socialmente. Consideramos que la felicidad ha de residir en esa libertad conquistada día a día y no en la evasión.

Es por esto que no queremos crear ni promover la ilusión de un ocio falsamente alternativo que siga reproduciendo los mismos esquemas del ocio capitalista, que siga siendo la diversión por la diversión y que no tenga en la práctica pretensiones más allá de la evasión y el desahogo. No queremos crear espacios de alienación y consumo que nos hagan más soportable la vida dentro de este sistema: queremos espacios de reflexión, conciencia y convivenciales que nos permitan avanzar en la lucha contra lo que nos oprime y por nuestra libertad y no nos cabe duda de que es en este marco de solidaridad, de creación y de conquista de nuestras libertades en el que encontramos y disfrutamos realmente de una verdadera felicidad, una solidaridad y una lucha que no consideramos en absoluto agotadora, sino liberadora y esperanzadora y de la que, por tanto, no queremos ni necesitamos evasión ni descanso.

Porque no necesitamos ocio cuando convertimos nuestra vida en algo creativo y gratificante, cuando ganamos terreno a la esclavitud.

Grupo Anarquista Pirexia – 2011

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