El pasado viernes 26 de octubre, las Juventudes Socialistas de Madrid organizaban un acto sobre la situación de la universidad en la Comunidad de Madrid. En el acto participó, además del Secretario General de las JJ.SS., el Secretario General del PSM-PSOE, Tomás Gómez (antiguo alcalde de Parla y candidato por el partido a las elecciones autonómicas de 2011).
Ya el viernes por la mañana, la facultad de Ciencias de la Información donde se desarrolló el acto aparecía cubierta de pintadas donde se denunciaba la política en tanto que instrumento autoritario y de control social; asimismo, a lo largo de esa misma mañana, aparecieron carteles denunciando las políticas del PSOE en su última legislatura en el gobierno central, incluyendo la aprobación del Plan Bolonia que ha derivado en la situación actual de la Universidad y, en general, condenando a todo tipo de profesional de la política.
Por la tarde, mientras llegaban autobuses al acto de las JJ.SS. con militantes de una edad media de unos 50 años, no muy lejos de allí se repartía el texto ¡Políticosalahoguera!, denunciando nuevamente a la clase política y que os adjuntamos:
¡POLÍTICOS A LA HOGUERA!
El pasado septiembre, algunos compañeros cansados de esta situación que vivimos, aparecían en el acto de inauguración del curso académico en la Universidad Autónoma para denunciar, entre otras muchas cosas, la presencia de Esperanza Aguirre en el acto1. Querían, queríamos, denunciar su presencia no porque sea la responsable de los recortes que esté viviendo ahora la universidad; tampoco porque sea miembro de uno de los partidos que más retrocesos ha supuesto en las victorias conquistadas tras duras luchas por la clase oprimida, no. Querían, como queremos nosotros hoy aquí, denunciar el modelo político y económico que nos ha arrastrado a esta situación de crisis.
Sabemos que en su momento la acción de los compañeros fue repudiada por el gobierno, lo que conllevó una permisividad, cuando no el aplauso, del mundillo progre porque atacábamos a sus “enemigos”. Hoy venimos nosotros a la Universidad Complutense, no a un acto académico en el que vaya a hacer aparición la condesa, pero sí venimos a denunciar la farsa que acontece en la Academia (institución, por otra parte, despreciable en lo que a sus valores se refiere). Para nosotros, la presencia de Tomás Gómez Franco, a la sazón secretario general del PSM-PSOE, nos parece una tomadura de pelo, cuando no un insulto a la inteligencia. Vemos como el PSOE viene a hablarnos de lo mal que están las cosas en general y en la universidad en particular, sin darse cuenta (o tal vez pensando que somos gilipollas), de que buena parte de la actual crisis en el estado español se debe a la política que han desarrollado a lo largo de sus más de 20 años en el gobierno: desestructuración del sistema productivo (al servicio, eso sí, de las grandes corporaciones capitalistas), legalización de las ETT’s (con lo que ello conlleva), abaratamiento del despido con las sucesivas reformas laborales, aumento de la edad de jubilación… y en lo tocante a la universidad, aprobación de la LOU, una ley que Zapatero dijo que iba derogar; una ley que ha supuesto la apertura a un nuevo modelo de financiación universitaria por el que ahora lloramos, al subirnos las tasas por permitir que se destine menos dinero estatal a la universidad para que se busque dicha financiación en las grandes empresas.
Pero insistimos en que para nosotros no es este o aquel partido el problema, tampoco los grandes frente a los pequeños (aspirando estos últimos a tener lo que ya tienen los primeros), no. Para nosotros el problema es la aceptación del delegacionismo en nuestras formas de lucha, es decir, el dejar nuestros problemas en manos ajenas para que los resuelvan otros, en vez de hacer nosotros frente a esa situación. Frente a la acción mediada a través de políticos, delegados de estudiantes o delegados sindicales en comités de empresa o juntas de personal, nosotros proponemos la acción directa y la autoorganización, es decir, la organización en estructuras horizontales, donde nadie tenga mayor capacidad de decisión que nadie, donde la resolución de nuestros problemas la llevemos a cabo entre todos sin nadie que nos dirija, tomando nuestras decisiones en asamblea y enfrentándonos a los causantes sin recurrir a mediadores como los ya citados de la política, el trabajo, o la magistratura con sus abogados y jueces.
Por todo esto, no creemos en formas de lucha reformistas, no creemos en conseguir paulatinas “mejoras” (¿a cambio de qué?), a través de los cauces del sistema, haciéndonos creer que se puede conseguir algo mientras seguimos madrugando por unas migajas cada vez menores que nos ofrecen patronal y Estado, porque ya hemos visto que esos espejismos paralizan la lucha, que queda adormecida y, cuando se intenta despertar, nos mandan a sus policías y nos denuncian a través de su prensa.
Asimismo apostamos, contra el individualismo generado por la sociedad de consumo, por revitalizar los lazos solidarios propios de nuestra clase, a través del apoyo mutuo no sólo en la lucha, si no en nuestro día a día. Avanzando, poco a poco, en la recuperación de nuestras vidas de manos de empresarios, banqueros y políticos, miembros todos de una clase antagonista que, junto con la nuestra, debe pasar a su desaparición en la historia, no porque lo digan los medios de comunicación y demás voceros oficiales del régimen, sino porque realmente no existan explotadores ni explotados, opresores ni oprimidos, porque no exista propiedad de los medios de producción de la riqueza, ni Estado que la defienda.
Por todo esto, como decía Krahe, aunque la guillotina posee el chic de lo francés, dejadnos que prefiramos la hoguera, la hoguera de la revolución que nos permita construir sobre las cenizas del antiguo régimen, una sociedad igualitaria, comunitaria, antiautoritaria, basada de verdad en la fraternidad frente a la competitividad que nos vuelve los unos contra los otros, una sociedad de la que muchos han hablado en la historia: la Anarquía.
¡CONTRA TODA FORMA DE AUTORIDAD!
¡RECUPERA TU VIDA!
1Para más información: