En los últimos meses hemos empezado a confluir jóvenes libertarios en Carabanchel que hemos desarrollado una cierta actividad en las calles, hasta llegar, en los días previos a la fecha del 14 de noviembre -día del paro de 24 horas convocado por el sindicalismo electoralista por un lado y el anarcosindicalismo venido a menos por otro- a la conclusión de plasmar esa actividad que se estaba dando en las calles, sobre todo a nivel propagandístico: pegadas de carteles, pintadas, panfleteos, etc., en un grupo juvenil anarquista, adherido a la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (F.I.J.L.).
Como grupo, creemos firmemente en la defensa del anarquismo, en extenderlo, pues vemos una sociedad derrotada por una clase opresora, por un estado-capital que ha sabido consolidarse a base de regalar migajas a les oprimides y en la actualidad, camuflándose a través de la ideología ciudadanista, superadora de la nefasta social-democracia que llevó al movimiento obrero a su derrota, a base de claudicaciones y reformas que reforzasen el papel dominante del estado. A pesar de todas las protestas que pueda haber en la calle, observamos que éstas conducen a una mera defensa de lo existente o a una lucha por consolidar un “Estado del bienestar” en bancarrota, que ha defenestrado el espíritu luchador que invadía las tierras ibéricas hace décadas y del que aún resuenan los ecos.
Para nosotros no nos basta, como decimos, cambiar las leyes o, incluso, un sistema estatal por otro (por ejemplo, república). No. Nosotros queremos ayudar a sentar las bases de un proceso que lleve a la ruptura total con el actual sistema mediante una auténtica Revolución social, económica, política y cultural.