FALSOS MITOS DEL ANARQUISMO I : ORGANIZACIÓN Y VIOLENCIA

La ideología anarquista ha originado siempre una fuerte controversia entre la clase dominante a lo largo de la historia. Los anarquistas han sido víctimas de ataques de todo tipo, y no solo de la feroz represión con la que se encarceló, asesinó y persiguió a los libertarios, sino que también se realizaron grandes campañas de desprestigio por parte de los Gobiernos, la prensa e incluso otros sectores contestarios. Se les acusó de violentos y asesinos, llegando a ser nombrados como “bandidos con carné” refiriéndose a los miembros del sindicato anarcosindicalista CNT.

En la actualidad, el anarquismo sigue siendo objeto de erróneas interpretaciones, asemejándolo al desorden, al caos y a la violencia debido a las calumnias y ataques que por parte de los medios de comunicación, como fieles voceros del Capital, emprenden contra los partidarios de este movimiento.

En el presente escrito, pretendemos explicar a grandes rasgos en qué consiste el ideal anarquista que el pueblo trabajador abrazó en muchas ocasiones a lo largo de la historia, buscando así la consecución de un mundo más justo y libre, donde ninguna injusticia tuviera cabida, desmintiendo así algunas de las principales mentiras con las que se criminaliza a los anarquistas.

Nos centraremos en dos cuestiones fundamentales, que generalmente, debido a embustes y patrañas, son entendidas de manera errónea y confusa por el conjunto de los trabajadores y estudiantes: la violencia y la organización.


Anarquismo y organización

“Es absolutamente falso el afirmar que en la organización se pierden la individualidad y el sentimiento personal. Todo lo contrario, justamente por el constante contacto con iguales se despliegan recién las mejores cualidades de la personalidad”Rudolf Rocker

Se acusa falsamente a los anarquistas de estar en contra de la organización y de promulgar el caos y el desorden extremo. Nada más lejos de la realidad. Los anarquistas siempre han defendido la organización, entendida ésta como la libre asociación entre individuos, que tras aceptar libremente un pacto federativo, que no es otra cosa que un acuerdo de mínimos, actúan autónomamente. Esto recibe el nombre de Federalismo, lo cual, tal y como hemos explicado, se basa en la libre unión creándose así federaciones, las cuales a su vez, tienen libertad de federarse entre sí.

No existen mayores amantes del orden que los anarquistas, eso sí, un orden organizado por y para las propias personas, sin ningún líder ni autoridad que pretenda dirigir y solucionar los asuntos de los demás. Esto, lejos de ser una utopía, es el simple desarrollo natural de la búsqueda de soluciones por parte de las personas a sus problemas en la vida cotidiana, que comúnmente desde las asambleas horizontales, bajo la solidaridad y el apoyo mutuo, cooperan entre sí. Esto recibe el nombre de autoorganización.

Anarquismo y Violencia

[La] revolución tiene que ser necesariamente violenta, aunque la violencia sea en sí misma un mal. Tiene que ser violenta porque sería una locura esperar que los privilegiados reconocieran el daño y la injusticia de sus privilegios, y se decidieran a renunciar de ellos voluntariamente. Tiene que ser violenta porque la violencia revolucionaria transitoria es el único medio para poner fin a la mayor y más perpetua violencia que tiene esclavizados a la gran mayoría de los seres humanos.” Errico Malatesta

Los medios de comunicación atacan vilmente a los anarquistas siempre que hay episodios de violencia en manifestaciones u otro tipo de actos de lucha, apodándoles de “violentos antisistema”. Los anarquistas odiamos la violencia. Aspiramos a un mundo donde topo tipo de violencia quede eliminada, donde toda coacción quede suprimida.

Ahora bien, vivimos en un sistema político y económico que ejerce la violencia contra las personas en el día a día. Violencia es cobrar 600 euros para vivir en un mes con un trabajo precario. Violencia también es vernos obligados a trabajar para enriquecer a otros, siempre con la amenaza candente de perder nuestro sustento y el de las personas a nuestro cargo. Violencia también es vivir en un sistema que controla todas las facetas de nuestras vidas, ya sea nuestra educación o nuestro tiempo de ocio, donde en ambos se nos manipula y esclaviza. El sistema capitalista ejerce la violencia de tal modo que provoca sufrimientos en la salud de las personas debido a la contaminación o los accidentes laborales. Se somete a tales presiones y aísla tanto a las personas que son miles los que sufren por tristeza y el desencanto, arrastrándolas a veces al suicidio.

Este sistema, somete a las personas a la privación de la libertad en cárceles, donde jamás se castiga el delito, sino la pobreza, ¿no es acaso violencia? El Estado hace la ley y se pertrecha de una serie de cuerpos represivos destinados a hacer que se cumpla, fortificando así su dominio para satisfacer los intereses de las clases privilegiadas.

Cuando intentamos ejercer nuestro derecho de manifestarnos, la policía, protegiendo el orden establecido nos reprime mediante golpes, torturas y detenciones.

El Estado y el Capital, ejercen la violencia en nuestras vidas cotidianas, por eso los anarquistas nos defendemos de ella mediante la autodefensa. El Estado tiene el monopolio de la violencia, nosotros nos defendemos de ella.

Es vergonzoso e indignante cómo se utiliza la legítima rabia que sentimos frente a esa violencia, para criminalizarnos y ponernos frente a los ojos de la sociedad como violentos y a veces incluso como “terroristas”. Todas las campañas mediáticas de desprestigio van destinadas a evitar que el conflicto se extienda al resto de la sociedad, porque tienen miedo de un verdadero cambio de orden y que los trabajadores y estudiantes tomemos conciencia de nuestra capacidad de lucha.

Esto es lo que somos, anarquistas. Somos personas corrientes, trabajadores y estudiantes. Planteamos nuestra alternativa y nuestro análisis desde la humildad, sin manipulaciones de ningún tipo, planteando nuestras principios, tácticas y finalidades en el día a día, procurando vivir lo más acorde posible dentro de la corrupta sociedad capitalista con los valores éticos libertarios. Nuestros medios actúan en concordancia con nuestros fines, intentamos hacer de nuestras aspiraciones una realidad en nuestra vida cotidiana y en nuestra forma de lucha.

Por más que se nos persiga, señale y difame no abandonaremos el camino de la lucha ni nuestro ideario y no cesaremos en el empeño hasta la instauración de un régimen de libertad donde no tenga cabida ningún tipo de explotación ni dominación. Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.

Grupo Bandera Negra, adherido a la Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas (F.I.J.A) – 2011

 

“La Teoría de Cuerdas del Sindicalismo” Juventudes Anarquistas de León – FIJL

La Teoría de Cuerdas del Sindicalismo

 Ahora que se oyen ecos de huelga, vuelven a surgir desde ciertos sectores autointitulados como “alternativos” nuevas voces a la unidad de acción. Nosotros, férreos defensores de la unidad como mejor herramienta de lucha, queremos exponer nuestro punto de vista ante estas proclamas tiempo antes ya escuchadas.

Unidad de acción

“Una vez me dijeron:
Los tuertos pierden el sentido de la distancia
y con el paso del tiempo, todo
lo ven en un plano.”

Nosotros, a diferencia de otras Organizaciones del panorama sindical y social, no entendemos la unidad de acción como algo separado de la unidad de teoría o de la unidad de debate. Creemos que la teoría y la práctica deben estar vinculadas estrechamente, pues toda acción debe llevar atrás una teoría que la justifique, toda teoría debe comprobarse por su puesta en práctica y toda acción, o toda puesta en práctica, debe reflexionarse y debatirse a posteriori, encontrar sus puntos fuertes y flojos, para no caer en los mismos errores o para repetir los aciertos. Para nosotros, pues, la unidad de acción es, o bien una llamada al activismo irracional, sin tener posicionamientos únicos, o bien una llamada a la repetición de viejos errores.

Creemos que la unidad de acción, entendida como hemos referido, como activismo irracional, solo viene a perpetuar la situación de conflicto, pues al no compartir una teoría tampoco se comparten unos objetivos, conflicto que es inherente a cualquier sistema de jerarquías, y por lo tanto, nosotros, como anarquistas, nos negamos a compartir unidad con quien pretende perpetuar el status quo. Esta situación se alcanza porque sin una lucha constante, sino simplemente espontánea o incluso esporádica, no se consigue ningún cambio, por lo tanto, esa unidad de acción es equivalente a unidad circunstancial, como bien refiere el compañero García Rúa1.

No podemos entender, de este modo, ninguna unidad con quien no compartimos una teoría, una forma de comprender la lucha social o una serie de objetivos, tanto a corto, como medio o largo plazo.

Sobre el sindicalismo alternativo como elemento institucionalizador

“La guillotina siempre
viene del norte
hacia el sur, por encima”

Rechazamos a todo el denominado “sindicalismo alternativo” o a toda la llamada “izquierda social”. El sindicalismo alternativo, tanto en su etimología como en su práctica, es el que alterna, es decir, el que cambia o mejora algo. En este caso, lo que se cambia o alterna son las siglas del Sindicato y lo que se mejora es el sistema de representación. Si se introducen unas críticas o unos colores en un sistema, este sistema se perfecciona, pero no se destruye.

En este aspecto, los teóricos de la física que enuncian la teoría de cuerdas aciertan de lleno, pues el sindicato de representación no es un único punto o átomo, sino que se trata de una cuerda que se desarrolla en varias dimensiones: el sindicato mayoritario, el segundo sindicato mayoritario, el sindicalismo alternativo, el sindicalismo nacionalista, el sindicalismo abertzale, el sindicalismo corporativo… Así cada uno de ellos traslada la misma esencia delegacionistas a cada uno de los campos sociales o dimensiones en que se debe desarrollar (el sector “socialista”, el sector “comunista”, el sector “anarquista”, el sector “nacionalista”, el sector “abertzale”, el sector “cristiano”, el sector “desclasado”…) consiguiendo que los sectores descontentos de uno se desplacen a otra de las dimensiones sin eliminar su esencia representativa.

El “sindicato alternativo” mejora el sindicalismo de representación pero no lo elimina, es por ello que tiende a perpetuarlo, haciéndolo más fuerte a ataques externos o incluso a introducir en su seno esos ataques externos; pues dentro del sindicalismo de representación todos los discursos son válidos, lo que ya no es válido es todo tipo de prácticas. Eso son las prácticas que tienden a destruirlo como son la actividad consciente y continuada.

En un sistema de delegación, todo tipo de horizontalidad tiende a perderse, esta pérdida de horizontalidad conlleva, evidentemente, una jerarquización y una eliminación de funciones a los sectores inferiores o bases, esta eliminación de funciones en las bases conlleva a un aletargamiento, a una desmovilización, al delegacionismo, a la representación. La movilización de esas bases sólo será posible cuando así lo dictamen las jerarquías, pues las bases no pueden decidir sobre las cúpulas puesto que están desmovilizadas o sin capacidad de decisión, no en vano son, en este caso, afuncionales, y, por tanto, la movilización de esas bases no encuentra en esas jerarquías solo principio sino además fin; pues ésta jerarquía es la que marca los motivos de la movilización y sus objetivos. Encontramos pues, que la movilización de los sindicatos de representación es ajena a las bases, en este caso, a la clase trabajadora. Cosa que se materializa en el reciente caso de la última huelga general, donde no se vio ninguna asamblea de trabajadores que se posicionara sobre la idoneidad de convocar o no; incluso, no se contó con agrupaciones o sindicatos de la “periferia”, es decir las jerarquías inferiores, provinciales o locales.

Ni queremos, ni podemos

“Somos todo eso y aún más,
todo lo que queráis,
sin preocuparnos
lo más mínimo.”

Vemos entonces que no se trata, simplemente, de una cuestión teórica o ideológica, se trata de una cuestión de puesta en práctica de los mecanismos decisorios. Así, mientras unos se limitan a decidir desde despachos y poltronas porqué, cuándo, cómo y para qué movilizarse, otros necesitamos de un proceso horizontal; pues nosotros no hemos recibido ningún mandato de nadie para decidir por él ni le hemos entregado a nadie el nuestro. No se trata de procesos “lentos” sino horizontales y ajustados a la realidad social. Es un fracaso convocar a la huelga a quien no quiere hacerla, y en esto no se trata como en la cocina o en el sexo de aquello de “prueba y ya vemos”, sino que cuando se convoca a una huelga se debe hacer con pleno convencimiento de que va a servir para algo, de que va a ser eficaz. Y la eficacia de las huelgas deviene, fundamentalmente, entre otros factores de importancia, de su seguimiento.

Ciertamente, puede sonar trasnochado o utópico hacer referencia a las huelgas indefinidas como exclusivo método de lucha eficaz, pero no es menos cierto que es más utópico pretender que una huelga sirva de algo cuando la convocan dos personas en nombre de varios millones de trabajadores, parados, estudiantes y jubilados. Para nosotros no es utópico hablar de cómo se tienen que hacer las cosas, porque que digamos como se tienen que hacer no significa que creamos que se pueden hacer ahora. Para hacer huelgas indefinidas o para conseguir Organizaciones horizontales fuertes hace falta un gran trabajo de constancia que no queremos obviar, aunque hay otros sí. Ahora, de nosotros depende que le sigamos el juego, porque no es el nuestro.

Donde dije digo digo Diego

“Templo de los buenos ciudadanos.
Los niños son torturados
hasta que confiesan
su primera mentira”

En último lugar, no podemos menos que hacer denuncia de la aparente hipocresía, del hábil gesto político y de la materialización del espíritu autoritario que supone que Organizaciones escisionistas tiendan ahora supuesto lazos a la unidad, a la falsa unidad desenmascarada.

Hipocresía porque es falso hablar de unidad a alguien del que te has separado por propia voluntad. Político porque es un gesto de electoralismo el proclamar unidad a sabiendas de que esta, a lo sumo, es circunstancial, autoritario porque se trata de hacer referencia a la unidad imponiendo unos posicionamientos que en su momento, cuando esa unidad existía, eran minoritarios.

En definitiva, denunciamos que el intento de convocatoria de huelga por Organizaciones del autointitulado “sindicalismo alternativo” referenciado, por el momento, por sectores escindidos y vueltos a escindir del anarcosindicalismo, no es sino una sutil maniobra y un gesto electoralista. Pues no utiliza la huelga como herramienta de lucha sino como método de propaganda, transmitiendo una imagen distorsionada de su realidad.

Juventudes Anarquistas de León (FIJL)  2011

1Recapitulación confederal, José Luis García Rúa. Orto. Nº 157-158 Abril-Septiembre 2010.

 

EL PORTAL OACA ENTREVISTA A LAS JUVENTUDES LIBERTARIAS DE CÁDIZ

Nos acercamos en esta ocasión a las Juventudes Libertarias en la ciudad de Cádiz, un grupo de anarquistas con las ideas muy huelga_gen_jjll_cadi
claras, jóvenes en edad, pero con mucha experiencia en la lucha.

Ofrecemos a continuación las contestaciones a los interrogantes planteados desde el Portal Libertario OACA. Una interesante entrevista que nos permitirá conocer mejor a este grupo de las JJ.LL. de Cádiz, al que solo nos queda agradecer públicamente su participación y animar a todxs los amigxs a estar al día de sus proyectos visitando su web en:http://juventudeslibertariascadiz.wordpress.com/. Salud!

Pregunta: Lo primero sería preguntaros cómo y por qué os decidisteis a formar un grupo de Juventudes Libertarias en Cádiz… es decir, contadnos un poco cómo surge la iniciativa, vuestra historia, vuestros objetivos…

Respuesta: Desde prácticamente la reorganización de la FIJL hacia 2007, se mantiene contacto con el grupo La Revuelta, que realizaba su actividad en la capital gaditana. Uno de nosotrxs, participa en varias campañas promovidas por éste grupo en concreto o por la propia FIJL. Es en 2011, en el contexto de las elecciones tanto municipales como generales, se empieza a percibir, que hay varias individualidades con las que se puede contar para llevar a cabo campañas concretas y en torno a ésto, se va fraguando lo que hoy son Las Juventudes Libertarias de Cádiz.

Ha sido un proceso lento y el hecho de confluir y plantear la necesidad de llevar a cabo un trabajo constante ya es un logro, en una ciudad en la que nos acostumbramos casi con carácter endémico a la intermitencia y la pasividad.

A lo largo de 2013, quienes hoy formamos el grupo de afinidad, llegamos a la conclusión de que era posible empezar a funcionar como Juventudes Libertarias de Cádiz, con el objetivo de difundir las ideas anarquistas, al mismo tiempo que nos formamos en teoría y práctica como grupo. Ya en el último Pleno Peninsular de la FIJL, se aprueba la inclusión de nuestro colectivo en la Federación.

Cádiz no contaba hasta día de hoy, con un colectivo específico libertario (a exceptición de los grupos ácratas que existieron hace varios años)y ha sido desde la cercanía y la afinidad como ha surgido esta posibilidad. Por lo que aunque tengamos todo por hacer, tenemos claro que no vamos a parar hasta que el colectivo se asiente y tome presencia en las calles. A corto plazo el objetivo es ese, asentarnos e intentar que se unan más personas interesadas en la difusión de las ideas anarquistas, la autoformación y la organización anarquista.

P: ¿En qué proyectos estáis trabajando en la actualidad? Por otro lado, ¿Os gustaría destacar alguna actividad o campaña que tengáis planificada realizar en los próximos meses?

R: Acabamos de terminar ahora la campaña por la abstención activa en las elecciones europeas organizada conjuntamente con CNT-Cádiz, donde hemos llevado a cabo varias charlas-debate sobre Abstención Activa, delegacionismo y alternativas a la “Europa del capital”, así como propaganda en la calle.

También vamos a empezar a preparar días de acción todos los meses, coordinados entre todos los grupos de la FIJL, tocando temáticas variadas para dar a la Federación presencia en las calles.

Y ya os anunciaremos periódicamente de actividades que realizaremos. Ya que el propósito es mantener la constancia en cuanto a actividad del colectivo.

no votes

P: Vivimos tiempos duros provocados por el capitalismo más salvaje y asesino, en este contexto ¿Cómo veis a la juventud gaditana?, ¿Cuál es el panorama que percibís respecto a los estudios, el trabajo, el ocio…?

R: La realidad de la juventud gaditana no deja de ser la misma que en cualquier otra ciudad del Estado, aunque cabe destacar la falta de perspectivas de futuro a causa del paro endémico que acompañan a esta ciudad que se ceba especialmente con la juventud.

Muchxs jóvenes han crecido con la idea de que no es posible invertir la dinámica de falta de oportunidades, por lo que el conformismo se convierte en forma de vida, provocando el inmovilismo ante una realidad cada día más compleja.

El tiempo libre que deja el estudio o el trabajo (quienes lo tienen), se dedica principalmente al ocio, un ocio reglado y basado en el consumo, que retroalimenta la dinámica del inmovilismo y la dejadez. La nula oferta cultural que ofrece la ciudad, también repercute en ésto.

Es difícil plasmar proyectos serios en Cádiz, ya sean políticos, sociales o incluso culturales. No hay constancia ni siquiera entre quienes participamos en movimientos sociales, etc. Y por nuestra parte, en eso estamos, intentando subvertir esa dinámica en nosotrxs mismxs y mantener la constancia en lo que nos propongamos.

P: Ya de una forma más general nos gustaría preguntaros ¿Creéis que está surgiendo un mayor interés por las ideas libertarias en los jóvenes en los últimos años?… ¿Por qué? … ¿Cuál creéis que debería ser papel de los jóvenes en la coyuntura actual?

R: Se ve sobre todo como jóvenes con inquietudes, se están organizando de forma autónoma y horizontal saliendo de la típica adscripción a los partidos minoritarios u organizaciones estudiantiles. El desencanto con éstas es evidente por lo que de forma casi espontánea, se buscan formas de organización desde la base, primando el asamblearismo. Por lo que aunque si que vemos que han surgido más grupos anarquistas en los últimos años (visto está el resurgimiento de la FIJL), no podemos asegurar que esté surgiendo mayor interés a nivel general, aunque si que las formas organizativas típicas libertarias y el rechazo a las instituciones va cogiendo fuerza entre la población joven.

Evidentemente el papel que debe jugar la juventud en la coyuntura actual es clave. Las generaciones anteriores crecieron con la idea de que tras la mal llamada Transición, ya nada podría enturbiar un nivel de vida estable y en alza.

Se tragaron el cuento y se dejaron embelesar por un sistema que ha hecho muy bien sus deberes de control y adoctrinamiento.

Ahora que el Estado del Bienestar ya está en proceso de desmantelamiento, no cabe duda de que la etapa anterior, ha sido un camelo. Y aunque la generación de nuestros padres y nuestras madres ahora estén cuestionándose todo. A la juventud es a quien va a tocar ser la protagonista de nuevos acontecimientos que pasan por el endurecimiento de las condiciones laborales, el aumento de la represión y el control, así como de las desigualdades. Siempre y cuando nos mantengamos como merxs espectadorxs y no recuperemos nuestras vidas.

Ésto no quiere decir, que solo lxs jóvenes tienen que ser quienes den la cara (o se la partan en un momento dado). Todxs tenemos que ser responsables con nuestra propia vida, y luchar por nuestra libertad dentro de las posibilidades de cada unx.

A nosotrxs, jóvenes anarquistas, nos toca poner las bases de proyectos serios, que sirvan de ejemplo para plantear que hay otras alternativas que no pasan por delegar tu responsabilidad en tercerxs, o esperar a que el Estado o el capital nos solucione la papeleta. Nos toca el trabajo de hormiguita (ya que rechazamos las vanguardias “revolucionarias” y a quienes buscan adoctrinar a las “masas sociales”)y tener tantos frentes abiertos como sea posible, ya sea para la difusión de las ideas antiautoritarias, para poner en práctica redes que trabajen de forma horizontal y asamblearía, o para enfrentarnos directamente con quienes intenten imponer su criterio o su autoridad.

P: Para finalizar nos gustaría que lanzarais un mensaje a todxs lxs jóvenes (y no tan jóvenes) que leerán esto, que no saben cómo organizarse para luchar y que no conocen la existencia de las Juventudes Libertarias u otras iniciativas anarquistas.

R: Sobre todo que tengamos confianza en nosotrxs mismxs y nuestro entorno, que nos organicemos siempre desde la afinidad y no desde el interés. En nosotrxs está el encauzar esas inquietudes y darles forma, ya sea creando nosotrxs mismxs un colectivo con el que poder materializar esas inquietudes y trabajar según las temáticas que nos interesen, o conociendo colectivos que ya estén funcionando en nuestro entorno e implicarnos en ellos.

Por nuestra parte, desde Juventudes Libertarias de Cádiz, estamos abiertas a cualquier persona que quiera informarse, que tenga inquietudes basadas en la horizontalidad y que simpatice con las ideas anarquistas.

Las Juventudes Libertarias, funcionamos de forma asamblearia, horizontal y autogestionada. No somos las Juventudes de ningún partido ni sindicato, por lo que nos mantenemos independientes y autónomos, siendo una organización en si y no un medio para captar a nadie para otros fines.

http://www.portaloaca.com/opinion/9069-el-portal-entrevista-a-las-juventudes-libertarias-de-cadiz.html

Juventudes Libertarias de Cádiz

¡POR UN APRENDIZAJE LIBRE Y COLECTIVO!

¡POR UN APRENDIZAJE LIBRE Y COLECTIVO!

Por fin llegó el día. El primer día del resto de tu vida. El día en el que por fin dejas el instituto atrás, el día en el que entrarás en la universidad para estudiar lo que te gusta. Tras eso, podrás optar a un trabajo en el sector que hayas elegido y ya sólo queda ascender en la escala social para poder comprar más cosas. Y así habrás alcanzado la plenitud.

Sin embargo, esta alegría durará poco. La realidad se acabará imponiendo por su propio peso. Verás cómo tras la etiqueta de la educación pública no se esconde lo común, si no lo estatal. Pronto te darás cuenta de que la universidad no es más que una simple prolongación del instituto, con sus listas de asistencia, sus notas y sus clases tediosas. Y esto se produce porque la universidad no es más que otro de los engranajes “educativos” del sistema, cuya única función es transmitirnos sus valores (competitividad, individualismo, sumisión, pensamiento único…) y hacernos individuos aptos para entrar en la rueda de producción y consumo. Verás que se te forma en cuestiones inútiles que otros desde arriba han decidido que debes estudiar, mientras que tus esperanzas de aprender, comprender y reflexionar desaparecen.

Por otra parte, vemos cómo las hijas e hijos de las trabajadoras/es, de clase obrera, estamos poco a poco siendo excluidas/os de la universidad con las subidas de tasas o el recorte en becas. Estas medidas se producen como ataques de aquellas/os que tienen el Poder (el Estado-Capital), y el hecho de que suban las tasas universitarias tiene como objetivo dificultar que la clase obrera podamos acceder a la universidad, y así vernos relegadas/os, mayoritariamente a los puestos de trabajo “menos cualificados”, donde la situación de explotación laboral se multiplica con creces; los que cuentan con el Poder hacen esto para asegurar sus intereses y seguir perpetuando el actual Sistema en estos tiempos de crisis que en realidad no es crisis, sino reajuste de las condiciones de explotación, lo cual afecta también al ámbito educativo.

Pelear contra estos y el resto de ataques que sufrimos día a día como proletariado, como hijas e hijos de trabajadores/as, como clase obrera, no debe traducirse en una defensa de la Universidad como institución y como fin en sí mismo, sino que la lucha debe servirnos para defendernos de los golpes de aquellas/os que nos dominan, para fortalecernos en la autoorganización y en la lucha al margen del Sistema y contra el Sistema, y por lo tanto siendo capaces de dejar bien claro el papel que cumple la Universidad dentro del Sistema, mostrando que la Universidad, pública o privada, siempre estará al servicio del Estado y del Capital, y que nuestra lucha debe estar siempre guiada por la autoorganización, la solidaridad, el apoyo mutuo, la autocapacitación, la autogestión, la puesta en común de conocimientos y experiencias,… contra un Sistema que nos mantiene en la perpetua obediencia y miseria.

Busca el conocimiento fuera de sus intereses y metodologías, de forma colectiva a través de la lectura, la reflexión y el debate, pues solo de esta forma podrás aprender realmente. Busca la felicidad fuera de la forma de vida que nos ofrecen, de forma colectiva a través de la autoorgan- ización con tus iguales, de la desobediencia a “nuestros” representantes y de la lucha por un mundo mejor donde el conocimiento no será una mercancía más, pues solo así podrás vivir realmente.

¡ORGANIZATE Y LUCHA SIN LIDERES NI JERARQUIAS!

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MATA A TU ALCALDE O LIBERADO SINDICAL ANTES DE QUE LLEVE ESCOLTA

pancarta 22M

Lucha sin líderes ni jerarquías.

Sobran los motivos para luchar. Y desde luego no para dignificar las condiciones de explotación y sometimiento de antes de la crisis. Ni queremos paro, ni queremos vernos obligados a vender nuestro tiempo y esfuerzo para enriquecer a un empresario. No queremos mayor control sobre la clase política, ni más votaciones, ni consultas ciudadanas; queremos destruir el Poder y la Autoridad y construir la organización de la vida social y económica de abajo a arriba, de forma horizontal, a través de la libre unión y la federación de las personas para organizar conjuntamente y de forma solidaria sus vidas y dar respuestas colectivas a las problemáticas que surjan en nuestro día a día. No queremos una tibia igualdad política, como concepto abstracto: luchamos por la igualdad económica y social, por la destrucción de las clases sociales que se cimientan sobre el robo legal (la propiedad privada), creemos en la necesidad de atacar al sexismo, el racismo y cualquier forma de dominio como pilares del Estado y el Capital.

Igual que aspiramos a eso, empezamos desde nuestra propia lucha diaria a intentar funcionar tal y como queremos: sin líderes, ni jerarquías, mediante la acción directa de los propios implicados en las luchas sin delegar en nadie (ni jueces, ni políticos, ni liberados sindicales, ni policías) desde la solidaridad y el apoyo mutuo como base.

Por eso nos asquea tanto ver aspirantes a líderes de masas, como el Alcalde Gordillo o el liberado Cañamero darse baños de masas y chupar cámaras. ¿Qué hace un Alcalde, que participa en la estructura del Estado que sirve para mantener el orden establecido y que ostenta un cargo de poder, o un liberado sindical, que participa en el sistema de delegación que ha destruido al movimiento obrero a través del voto en elecciones sindicales, comandando luchas? La respuesta es sencilla: carrera política. Para ellos y sus seguidores, solo podemos decirles, que como anarquistas, nos negamos a ser partícipes del colorido de siglas que marchen al son de sus intereses.

No nos importa la masividad de una protesta donde prima el espectáculo y el salir en la tele, donde partidos políticos y sindicatos disfrazados de alternativos dan colorido a un carnaval que disfraza la lucha, para pescar adeptos y conseguir rédito electoral. Lucharemos contra el Estado y el Capital como origen de las injusticias y  las desigualdades, y lucharemos contra sus gestores y  CONTRA LOS ASPIRANTES a gestionar un capitalismo y un dominio autoritario más tibio y difuminado.

¡Organízate y lucha sin líderes ni jerarquías!

¡Contra toda autoridad! ¡Por la anarquía!

PELIGRO: El Estado perjudica (como siempre) gravemente tu salud. El útero como cuenco de la política parlamentaria.

PELIGRO: El Estado perjudica (como siempre) gravemente tu salud.

El útero como cuenco de la política parlamentaria.

 Es obvio que vivimos en una sociedad organizada en base a la opresión sistemática en distintas formas. Una de estas formas de opresión es la división social por géneros (masculino y femenino) y las atribuciones de determinadas características, comportamientos, actitudes y roles a cada uno de los géneros. Cualquier desviación de las atribuciones asignadas en función de su género será deslegitimada, estigmatizada, patologizada y castigada.

Así pues, a los hombres de las clases sociales altas se les atribuye, entre otras cosas, el raciocinio, la abstracción, la altura intelectual al igual que a los hombres de clases inferiores se les ha atribuido la fuerza y la agresividad. Esta frontera se fue borrando: con la profesionalización del ejército se fue haciendo innecesario propugnar la fuerza como valor positivo para hombres de clase baja que debían estar dispuestos a matar y morir por la patria; de hecho, se convertía en un valor negativo al haberlo enarbolado los movimientos obreros para la lucha social. Por ello, se traspasa a la clase obrera mediante la escuela y distintos medios de construcción de la subjetividad los valores que tiempo ha fueron sólo de las clases altas: EL ciudadano debe ser razón y no brutalidad, HOMBRE y no animal y es esencial para la desmovilización de las luchas que todos se identifiquen con ESE ciudadano.

¿Dónde queda la mujer en esta historia? A la mujer, lejos de ser razón o fuerza, se le reserva como única función positiva la de madre. La mujer es sólo corporalidad, es sólo materialidad, es Eva y su manzana y su única virtud está formulada en términos negativos: es huir del vicio y de la lujuria, es preservar en su cuerpo la moralidad de la sociedad ya que en sus manos (o más bien en sus tetas) está destruirla. De este modo, el cuerpo, el vicio o la sexualidad del hombre son algo secundario, de lo que el hombre, ocupado en menesteres más importante, no se tiene por qué preocupar (¡cuántos “grandes hombres” de los que se reconoce abiertamente su maltrato a mujeres o su pederastia sin que eso le suponga a nadie un problema!); en cambio, es de lo que se debe encargar exclusivamente la mujer: es una cuestión de Estado. Impensable sería legislar sobre la sexualidad masculina, imperativo si se trata de la mujer.

Para el Estado y el Capital sólo somos parte de su engranaje; deshumanizados/as, aquellos/as que formamos la clase obrera hemos sido siempre piezas en el juego de la guerra, herramientas de usar y tirar en los trabajos, cámaras que vigilan a nuestros propios/as compañeros/as y cuencos para incubar a las futuras piezas, las futuras herramientas, los/as futuros/as policías de nosotros/as mismos/as.

El Estado, sea quien sea quien lo gobierne, sin necesidad de influencia de la Iglesia, no es más que la gestión de nuestras vidas, atribuyéndose poderes sobre ellas: sobre nuestra mente, nuestra expresión, nuestra educación y nuestro cuerpo, reduciéndose esto último sólo al caso de la mujer en esta sociedad patriarcal. Recuperar nuestras vidas (frente a aquellos/as que se arogan la capacidad ilegítima tanto de otrogarnos o quitarnos derechos) para construir un mundo nuevo es el día a día de nuestra lucha. Un mundo nuevo donde nadie decida por nosotros/as.

No reivindicamos ni pedimos ninguna ley nueva que legisle sobre nuestras vidas o sobre nuestros cuerpos. No queremos ninguna ley que reglamente ningún aspecto de nuestro vida. Rechazamos cualquier tipo de Ley al considerar a esta como un instrumento de las clases dominantes para legitimar y otorgar orden a la dominación. La Ley que reglamente este o cualquier sistema y pretenda legislar sobre nuestros cuerpos bajo cualquier forma es enemiga de la libertad.

Ante los/as que nos condenan a la vida de miseria del trabajo asaliado o el paro, a perder la vida en accidentes laborales, al adoctrinamiento sistemático, al ocio dirigido y ahora nos obligan a elegir entre una maternidad no deseada (y muchar veces ni siquiera posible materialmente, condenando también a nuestros/as hijos/as a la miseria) o arriesgar la vida en abortos realizados en condiciones insalubres; ante los/as que nos condenan a sus cadenas intentando controlar mediante legislaciones nuestros cuerpos y nuestras vidas: acción directa y rabia organizada.

 

Contra el Estado, el Capital, la Iglesia, el patriarcado y cualquier forma de autoridad:

Lucha sin dirigentes para recuperar tu vida y tu cuerpo.

Juventudes Libertarias de Madrid- F.I.J.L

Feliz 1984…

FELIZ 1984…

Ni la monarquía más absolutista ni la dictadura más autoritaria controlaban tanto a lxs ciudadanxs como las actuales democracias. Estas últimas, bajo la fachada de la libertad de expresión, la tolerancia, la supuesta justicia igual para todxs etc. invierten millones y millones de euros en técnicas de control social: la ley, el urbanismo, los medios de comunicación de masas, la publicidad, etc. Hace poco se aprobó una reforma que castiga con 750 euros de multa dormir o cocinar en la calle, mendigar en la puerta de un centro comercial, hacer malabares o tocar la guitarra sin permiso… sancionándose también jugar al fútbol en la calle y por supuesto protestar (en este caso la multa puede llegar a los 600000 euros)… esto es una muestra de cómo el Estado quiere controlar cada vez más nuestras vidas, dejándonos claro que la calle no es de todxs, es de ellxs, y por tanto hay que obedecer y asumir sus malditas normas. Por si alguien decide cuestionar este hecho, en cada esquina habrá una cámara de videovigilancia, cada pocos minutos pasará un coche de policía por la calle, en cada barrio encontraremos una o dos comisarías etc. Nuestra intención en este texto es tratar por encima las formas de control a las que estamos sometidxs, para que todo/a el/la que se anime a leerlo tome conciencia de ello y pueda estar atento/a a estos continuos ataques.

La gentrificación es una de las técnicas que están cobrando gran importancia, y es que mediante este método se está consiguiendo desplazar a la clase obrera a los barrios dormitorio que se encuentran en la periferia de las ciudades, convirtiendo el centro en una zona de ocio y vivienda para la burguesía; de este modo, la vida del trabajador queda reducida a desplazarse del trabajo a casa y de casa al trabajo entre semana, y pasar los días de fiesta con su familia en un centro comercial estratégicamente situado cerca de su vivienda.

En el metro, además de las numerosas cámaras, cada vez son más frecuentes las pantallas tanto en el interior de los vagones como en los andenes. Estas no dejan de manipular el pensamiento de todxs lxs que las escuchan, ya sea “informando” sobre acontecimientos políticos (siempre desde el punto de vista del gobierno de turno), culturales, etc. o bombardeando publicidad. Ante esta intolerable situación la actitud de lxs pasajerxs es la siguiente: pasividad e indiferencia. ¿Por qué? ¿Acaso no les molesta que les traten como a ganado, que les intenten manipular descaradamente? Parece ser que no. Esto es fruto de un elaborado mecanismo que el Estado y el capital ponen en marcha desde que nacemos hasta que nos morimos. Nuestra familia convertirá el autoritarismo en algo normal con ayuda de la escuela, que también nos irá inculcando valores como la competitividad y el individualismo mediante las calificaciones, los premios y castigos etc, preparándonos para ser una pieza más en el mercado laboral; los medios de comunicación harán que aceptemos el patriarcado, el trabajo asalariado, los cánones estéticos, la desigualdad social, etc. como algo natural y la religión hará que no cuestionemos las jerarquías y pongamos la otra mejilla (y otras instituciones que no mencionamos). El resultado de todo esto es la aceptación de la moral burguesa por parte de lxs trabajadorxs, que seducidos por la fantasía del consumismo pierden completamente la conciencia de clase. Esto se traduce en individualismo. Las relaciones sociales y personales se convierten en relaciones vacías, basadas en el consumo de ocio dirigido (discotecas, botellones, regalar objetos innecesarios en fechas señaladas, etc.) y no en el apoyo mutuo y la complicidad. La indiferencia ante las desgracias de los demás (provocadas por el capitalismo) es exagerada… como mucho se convierte en caridad, “tranquilizando” la conciencia mediante donaciones a ONGs pero sin cuestionarse la raíz de los problemas.

Nos llama la atención cómo el mundo se parece cada vez más a la distopía de Orwel:

Cámaras por todas partes que se instalan con la excusa de protegernos pero en realidad sirven para vigilarnos y mantener la paz social, acogidas con gran aprecio por la mayoría de las personas, fruto de la gran labor llevada a cabo por los medios de

comunicación, que nos regalan miedo para vendernos seguridad, haciendo que nos temamos unxs a otrxs; pantallas en la mayoría de autobuses y trenes que no paran de hablar… nos gustaría destacar lo que ocurría este verano en los autobuses interurbanos: estas pantallas emitían un publirreportaje que exhibía unas casas “anti-crisis” rectangulares prefabricadas por Ikea, de color blanco y pocos metros cuadrados, perfectas para llevártelas a tu nuevo barrio-suburbio (un objeto más que el capitalismo nos “facilita” amablemente); otro aspecto que recuerda a 1984 es la visión que transmiten los medios de comunicación acerca de los países de Oriente Próximo, que se ven reducidos a una franja de conflicto que constantemente está en guerra con la zona occidental por uno u otro motivo (supuestas armas de destrucción masiva, fanatismo religioso, guerra contra el terrorismo… cualquier cosa sirve para que la clase dirigente se llene los bolsillos con el negocio de la guerra y el petróleo), o mantienen una guerra entre ellos (Israel contra Palestina, Estados Árabes…), sucede algo parecido a la continua guerra entre Oceanía y Eurasia o Asia Central de la novela. Las “revoluciones” alienadas también juegan un papel importante para mantener el actual orden (desorden) de las cosas, ya que son fundamentales sindicatos como CCOO, UGT, CGT, el Sindicato de Estudiantes, etc. para mantener la paz social e invisibilizar el conflicto, dando a los militantes una falsa sensación de lucha que a la hora de la verdad solo es un paripé, pues todos estos sindicatos son cómplices del sistema y lo reproducen en su interior mediante el delegacionismo, la verticalidad, el trabajo asalariado, las subvenciones, los comités de empresa o consejos escolares, etc. tampoco está de más mencionar aquí (hablando de revoluciones alienadas) el ciudadanismo de movimientos como el 15-M, cuyas reivindicaciones son reformistas y no van a la raíz del problema, además de criminalizar las luchas de muchxs compañerxs predicando la no-violencia, ya que parecen haber olvidado que ni el ejército más numeroso y mejor armado podría con un pueblo revolucionario. Otro detalle que el mundo comparte con 1984 es el “minuto de odio”, en este caso producido por la derrota de tal o cual equipo de fútbol, la expulsión de algún personaje de un reality show, la elección de otra ciudad como sede de los JJOO o casos similares. Todo esto se consigue gracias a las telepantallas que nosotrxs mismos compramos y colocamos en nuestro salón convirtiéndonos en cómplices de esta sociedad del espectáculo, telepantallas que han conseguido fabricar personas que nacen, trabajan, consumen y mueren.

La calle es de ellxs, el sitio en el que vivimos es de ellxs y nuestra vida también es suya! La diferencia con la novela “1984” es mínima.

Nos han hecho creer que de cara a cualquier intento de rebelión perderemos todo aquello que nunca ha sido nuestro… No tenemos nada que perder, tenemos todo por ganar!! Acabemos con la sociedad del espectáculo y recuperemos nuestras vidas!!

¡¡ORGANICÉMONOS PARA LUCHAR CONTRA EL ESTADO Y EL CAPITAL!!

¡¡CONSTRUYAMOS LA ANARQUÍA!!

GRUPO CORVUS. FEDERACIÓN IBÉRICA DE JJUVENTUDES LIBERTARIAS

Gamonal (Burgos), los barrios, la violencia y los medios

Gamonal (Burgos), los barrios, la violencia y los medios

Saltó la chispa de un conflicto que llevaba largo tiempo gestándose en el barrio burgales del Gamonal. Al igual que en 2005, con la imposición de la construcción de un parking en el barrio y con la misma empresa constructora (Arranz-Acinas) como principal beneficiaria, los vecinos y vecinas deciden plantar batalla a una nueva obra faraónica en el barrio. La cuestión es sencilla: ven innecesario el despilfarro de una remodelación de una calle de su barrio, para convertirla en bulevar, cuando desde la Administración se llenan la boca de palabras como “austeridad” y se aprieta cada vez más la soga al cuello a través de recortes y despidos.

Varios días de disturbios son la culminación de varios meses de lucha que pasaba desapercibida fuera de la ciudad, con los medios de comunicación locales, Diario de Burgos a la cabeza, burlándose de las reivindicaciones vecinales y la Alcaldía ignorando la lucha vecinal. Más de 40 detenidos así como, al menos a día de hoy, dos encarcelados son el saldo de la lucha que los vecinos y vecinas, a través de la acción directa (ellos mismos, sin delegar en nadie), han decidido recrudecer. La lucha se extiende a la puesta en libertad de los encarcelados y la absolución y apoyo de todos los represaliados. Su gente. Las últimas noticias son que la alcaldía ha “decidido paralizar las obras”. De momento.

Sin embargo, la cuestión va más allá de una guerra de cifras económicas. Es un enfrentamiento de un barrio obrero con una importante tradición de lucha contra los intentos del Poder y los intereses de las empresas constructoras de imponer algo que un barrio ni quiere ni necesita. Es una cuestión de negación de la misma esencia de la autoridad, que pretende dirigir y monopolizar todos los aspectos de nuestras vidas: es una lucha por la defensa del vecindario contra la imposición de un proyecto ajeno a su voluntad. De un lado, vecinos y vecinas; del otro, el Estado y sus perros uniformados, con sus tanquetas, lecheras, porras y pelotas de goma.

Sin embargo, no es un hecho aislado esta maniobra del Estado de tratar de imponer a vecinos y vecinas de un barrio una remodelación del entorno. Es un hecho que nuestro entorno, nuestros barrios y pueblos y la propia naturaleza son lugares donde la voluntad del poder y las ambiciones económicas hacen y deshacen a su antojo. La destrucción del entorno natural, el control social y policial en los barrios, la especulación urbanística, la eliminación de cualquier forma de comunicación entre las personas que no sea a través del consumo, el borrar de los barrios huellas del pasado para fomentar así el desarraigo y la falta de memoria colectiva, mapas urbanos donde las personas no se relacionen ni traten sus problemáticas, fomentando así el individualismo y la atomización social, son fenómenos que se reproducen por doquier. El espacio público se convierte de este modo en lugares muertos que se ajustan a los intereses del Poder y la única clave en la que poder relacionarse sea la del control, la obediencia y el consumo. Esto lo que se oculta tras de sí en el Gamonal o los procesos gentrificadores y especuladores de Lavapiés y otras zonas del centro de Madrid o de cualquiera de nuestros barrios y pueblos. Las luchas en los barrios tienen que tener un lema tan contundente como el de una de las pancartas de las manifestaciones en Burgos: “La calle es nuestra”. Y no de políticos, policía o empresarios.

Otras reflexiones interesantes pueden extraerse de la lucha de los irreductibles galos del Gamonal que pueden extrapolarse a cualquier conflicto social en el que tomemos parte activa. Centrémonos en dos cuestiones: la violencia y los medios de comunicación.

Los vecinos del Gamonal, llevaban meses de protestas en las que no se produjeron incidentes de ningún tipo con las fuerzas del orden ni se había pasado a una resistencia activa contra las obras (entre otras cosas porque no habían comenzado). Solo fue a raíz del primer asalto de la maquinaria de la constructora a la Calle Victoria cuando los vecinos decidieron emprender la vieja táctica del sabotaje unida a la respuesta a las agresiones policiales. Y como muestra del intento de muchos de los implicados en la lucha de contextualizar este conflicto en una lucha más amplia, o sea, de ver que la bulevarización es una consecuencia de los procesos especulativos propios de la sociedad del Capital y el Estado, han sido atacadas sedes bancarias. Poco se puede decir que no se sepa para explicar porque los bancos son atacados, y así se lo hizo saber un vecino a un locutor de Radio Nacional que, en un intento de desprestigiar la protesta, hablaba de daños a comercios, a lo cual, el vecino

anónimo respondió increpando al periodista, remarcando que se atacaba solo a los bancos por su “complicidad”. La cuestión es clara: la conciencia colectiva de gran parte de los vecinos y vecinas del barrio trasciende la cuestión concreta misma de la lucha y da muestra de rabia acumulada por cuestiones más de fondo, como el paro, la crisis, la violencia policial y en definitiva, contra la voluntad del poder de hacer lo que quiera por encima de las personas.

Es hora de que quienes todavía juegan a la criminalización de aquellos que deciden enfrentarse con lo que tienen a su alcance contra aquello que les oprime y les explota en el día, tomen nota. Lo importante de la lucha es que esta nace de la voluntad común, organizada de forma horizontal y asamblearia, lejos de partidos políticos y cauces legales, como partes implicadas en nuestra propia explotación. Una sentada delante de las obras, una pintada en una pared, un sabotaje a una máquina, barricadas para impedir el acceso de las máquinas, una marcha por la ciudad, repartir panfletos, huelga, defender con uñas y dientes a un amigo al que la policía trata de detener o lanzar una piedra a un cristal de un banco; son acciones donde lo importante es su utilidad y que estas parten de un conflicto social, que ya puede ser una imposición del Poder, un conflicto laboral o el simple hecho de querer romper con aquello que nos esclaviza. Aquellos que hablen de “violencia” en contraposición a “no-violencia” tienen un cadáver en la boca, pues reproducen un discurso que legitima la violencia del poder y su monopolio sobre esta a través de la explotación en los centros de trabajo, de la violencia policial en las calles y las comisarías, de las guerras en medio mundo, el desahucio de las gentes de sus hogares o la obediencia impuesta en las escuelas, entre miles de ejemplos en nuestras vidas cotidianas.

Los medios de comunicación burgueses vuelven a jugar un importante papel aliado con la represión del Estado. Su papel es intentar desprestigiar y deslegitimar la lucha vecinal de cara a allanar el camino a la represión. No es algo novedoso. La criminalización de la lucha del Gamonal toca prácticamente todos los capítulos del manual del periodismo manipulador: división entre manifestantes “buenos” y “malos” o hablar sin ningún pudor de “infiltración antisistema”. Prensa, policía, empresas y Estado hacen pinza contra cualquier lucha que trascienda los cauces de la protesta consentida.

La lucha del Gamonal tiene por delante, aún con la paralización temporal de las obras, muchos retos si quiere llegar a buen puerto. Deberá sortear el poder represivo del Estado y la criminalización de su lucha, que no debe paralizarse. Deberá sortear los intentos recuperadores de políticos, partidos políticos y plataformas ciudadanas que conduzcan la lucha en la calle a despachos y tribunales, a cuestión de votos y subvenciones. Y deberá plantear también, a todos los implicados, hasta donde quieren llegar con su lucha y las formas organizativas predominantes hasta ahora en el movimiento (horizontalidad, apoyo mutuo, acción directa) pues estas formas al calor de la revuelta siempre afloran, pero cuando el tiempo y el desgaste pasa, a veces, si no hay detrás una conciencia de que efectivamente, así queremos funcionar y no solo puntualmente (en todos los aspectos de nuestra vida) pronto, los recuperadores y aspirantes a lidercillos ganarán terreno.

Hay mucho por lo que seguir luchando y muchas razones para desconfiar en la “paralización temporal de las obras”, aunque sin duda, estamos contemplando una victoria popular, gracias a la acción directa. Lejos de mistificar la lucha del Gamonal, que como todo, tiene sus luces, pero también sus sombras, es momento preciso que todos apoyemos su lucha y nos planteemos en nuestro entorno, en nuestros barrios y en nuestros pueblos, si merece la pena llevar el espíritu de Gamonal a nuestras luchas y a nuestras vidas.

¡Solidaridad con el barrio del Gamonal!

¡Ni una calle, ni un barrio para la especulación y la voluntad del poder!

¡Libertad y absolución para todos los detenidos y encarcelados!

¡Por la revolución social!

Juventudes Libertarias de Madrid-F.I.J.L

Ante la represión, continuar la lucha

ANTE LA REPRESIÓN: CONTINUAR LA LUCHA

“Los anarquistas, no salen domados de las prisiones (…), sino más firmes en sus propósitos, más seguros en sus objetivos.” B. Durruti

En los últimos tiempos, a lo largo y ancho de todo el Estado español estamos viviendo una oleada represiva por parte del Estado contra todos aquellos movimientos sociales y políticos que tratan de hacer frente a la violencia y a la explotación del Estado y del Capital, aunque sea mínimamente. Esta oleada represiva se ha visto recrudecida y acentuada en la última semana, mediante las detenciones y secuestros de 19 compañeres de diferentes movimientos sociales y políticos; entre les 19, se encontraban dos miembros de Juventudes Libertarias de Madrid (FIJL) y de CNT-AIT. Estas detenciones se realizaban con la excusa acusatoria de haber participado en los hechos de la manifestación en Ciudad Universitaria el 20-N, en concreto en lo ocurrido dentro de la Facultad de Derecho, acontecimiento que se han encargado de tergiversar y manipular los medios de comunicación burgueses, haciendo especial hincapié en señalar y criminalizar a las Juventudes Libertarias de Madrid, allanando así el terreno a la posterior represión del Estado, materializada en las detenciones de les 19 activistas el pasado 28 de noviembre. En los últimos días, también se han producido detenciones en Sevilla por la manifestación en repulsa de un acto de la organización fascista Respuesta Estudiantil. Esto demuestra que el Estado se cierra sobre sí mismo para defenderse y defender a su brazo más radical, el fascismo, ese del que reniegan para lavarse la cara pero luego defienden demostrando una vez más que democracia y fascismo son sólo dos caras de un mismo orden autoritario, que nos somete y nos explota.

Sin embargo, como anarquistas, no nos extraña este golpe represivo: sabemos quiénes son nuestres enemigues y no son entes abstractos, son personas con nombres y apellidos. Les polítiques que legislan para controlar cada minuto de nuestra vida y para reventar cualquier forma de lucha con tal de mantener este sistema jerárquico, delegacionista y autoritario; la policía que nos secuestra, encierra y tortura; los diferentes medios de des-información que nos criminalizan, que generan una opinión pública inmovilista, difundiendo el miedo mediante un lenguaje sensacionalista y la manipulación y la tergiversación más manifiesta. Son aquelles a les que señalamos y contra les que luchamos día a día, les que sustentan el sistema que queremos y vamos a destruir.

El objetivo de este golpe represivo, y de toda la oleada represiva que se viene dando en el último año, especialmente contra el anarquismo (les 5 de Barcelona, o las últimas detenciones de les compañeres anarquistas acusados de la colocación del explosivo en la Basílica del Pilar), es claramente desmovilizar, acabar con cualquier forma de lucha, sembrar la desconfianza y el miedo entre nosotres. No nos sorprende en absoluto, no esperamos nada del Estado ni se lo pediremos. Anarquistas ahora y siempre, sólo hacen que nos reafirmemos en nuestro ideal, que luchemos con más rabia y con más corazón ante cada opresión a la que nos someten, por cada compañere al que han secuestrade y maltratade. El Estado, para perpetuar su Poder y nuestra condición de sometides, hace uso de sus instrumentos opresivos y represivos, como decíamos: les polítiques y sus leyes, los mass-media burgueses, la policía y los diferentes cuerpos armados represivos, las prisiones, y su inherente connivencia y unión con el Capital. Sin embargo, nosotres, en tanto que oprimides que quieren romper con todo aquello que nos oprime, en tanto que anarquistas, nos valdremos de las armas más valiosas con las que contamos: la autoorganización, la acción directa y la solidaridad, instrumentos esenciales para poder consolidar nuestra incansable lucha por una futura sociedad igualitaria y horizontal, libre de toda jerarquía y toda autoridad. Por ello, ante la represión sólo tenemos una cosa que decir y de la que avisar: continuaremos con nuestra lucha, en la calle, sin descanso, sin miedo, en coherencia con nuestros principios e ideas libertarias, sin adoptar nunca una actitud victimista, sino por el contrario, reponiéndonos más fuertes y convencides tras cualquier golpe que nos aseste el Estado, continuando en la lucha en la que nos encontramos contra él y contra todo lo que le beneficia, señalando y atacando también el oportunismo sucio que se pone de relieve en situaciones como la que vivimos ahora de represión estatal, por parte de organizaciones que se quieren aprovechar de dichas situaciones, llevándolas a su terreno, en beneficio de sus intereses rastreros y contrarrevolucionarios.

Seguiremos en las calles en plena lucha contra el Estado, el Capital y contra todo tipo de Autoridad, destruyendo todo aquello que nos somete y tomando aquello que es nuestro: la Libertad.

¡ABSOLUCIÓN DE TODOS LOS CARGOS DE LES DETENIDES POR LUCHAR!
¡ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!
¡VIVA LA ANARQUÍA!
Juventudes Libertarias de Madrid
Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
http://www.nodo50.org/juventudeslibertarias/ – fijl@nodo50.org
http://www.juventudeslibertariasmadrid.wordpress.com/
jjllmadrid@riseup.net

¿POR QUÉ SIEMPRE LOS ANARQUISTAS?

Una nueva oleada de criminalización al anarquismo se orquesta desde hace un tiempo por parte de la policía, los mass media y la clase política. Su objetivo, como siempre, es sacralizar la democracia mediante el miedo y dinamitar la lucha revolucionaria; los medios para conseguirlo son, como siempre, el desconocimiento, la tergiversación, la espectacularización y, en algunos casos, la inutilidad de algunos periodistas con el mismo rigor que una adivina de feria. Los dos últimos casos han sido los supuestos hechos acaecidos en Ciudad Universitaria el 20N y la detención de cinco anarquistas acusados de la colocación de una bomba en la basílica del Pilar.

Abrir periódicos y ver constantemente al anarquismo identificado con la violencia ultraizquierdista en noticias y artículos de opinión con nulo contraste (confusión de hechos, convocantes e incluso tronchantes afirmaciones como que el anarquismo utiliza los métodos de Al Qaeda), simplemente relatando lo que la policía quiere que se relate. Vivir en las calles despliegues policiales desmesurados que parecen más un teatro y que tienen el fin de que aquél que pase sin saber qué ha ocurrido sienta miedo de los que se encuentran siendo identificados/as y detenidos/as. Un miedo que no sólo provoca el aislamiento de los/as que sufren la represión, lo cual facilita dicha represión, sino que incapacita, inhabilita y hace que acabemos delegando en quienes prometen protegernos. Es por ello que la clase política se suma al espectáculo, corriendo a condenarlo con firmeza sin saber qué ha pasado, pero sabiendo muy bien que eso le pone medallas demócratas en el pecho ante la población. Si de paso pueden hablar de algo que no sea las cuentas b de su partido o que las reformas del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana den una vuelta de tuerca más al marco legal en el que se va a desarrollar la brutal represión estatal, mejor que mejor.

No hay mejor manera que constatar la criminalización hacia los grupos que luchan por una revolución personal y social que destruya los cimientos de esta sociedad delegacionista y autoritaria que ver cómo son tratados los fascistas. El desconocimiento y la propagación del mismo, como decíamos, sale rentable. Todas las noticias nos hablan de cinco chavales agredidos en la Facultad de Derecho que son “de derechas pero no franquistas”. Sin embargo, de forma deliberada se obvia que la Facultad de Derecho ha sido en los últimos años centro de operaciones de la extrema derecha y neonazi. Aquellos militantes de diversos colectivos de izquierda en la Universidad y de la propia Facultad de Derecho lo saben bien. En esta facultad han convivido durante años varias asociaciones como Teoría y Praxis o Disenso, fuertemente ligadas a movimientos neonazis madrileños desde los años 90 y a grupos que utilizan la táctica confusionista de recuperar eslóganes típicos de la izquierda, como Bases Autónomas, de reconocida militancia fascista. La complicidad institucional es evidente. En los últimos años, la llamada asociación Foro-Universitario ha servido como lugar de concentración de fascistas, más ligados a la extrema derecha franquista (esta asociación colgó una pancarta en la Facultad que rezaba “pasaremos como en el 39”, se promocionan actividades vinculadas al revisionismo histórico y al negacionismo de los genocidios franquista y nazis, mantienen relación con organizaciones carlistas y vinculadas a la extrema derecha, como la Asociación Francisco Franco, y sus miembros dieron apoyo en las elecciones a Rector, a Iturmendi, ilustre personaje que afirmaba cosas como “las mujeres vienen a la Universidad a buscar marido, entre otros ejemplos) además de conexiones con otras organizaciones de corte neonazi.

En la Universidad en general, dos agrupaciones neonazis se disputan el terreno político. Liga Joven (LJ), juventudes del partido MSR (Movimiento Social Republicano), que utiliza la vieja táctica confusionista de adoptar mensajes propios de la izquierda (incluso del anarquismo) para meter de tapadillo sus mensajes racistas y nacionalistas; y Respuesta Estudiantil (RE) proveniente de una escisión de Democracia Nacional (partido que organizaba la marcha racista en el barrio de Usera donde fue asesinado Carlos Palomino), y que intenta imitar a grupúsculos fascistas italianos, que tratan de introducirse en las movilizaciones estudiantiles en Italia.

Su estrategia se está centrando en intentar sumarse como bloque a las movilizaciones estudiantiles de los últimos meses y compaginar sus mensajes racistas y nacionalistas con el típico populismo fascista haciendo gala de luchar “contra los recortes”. En Madrid, tanto RE como LJ, fueron expulsados ante la presión de los estudiantes y solidarios cuando los neonazis trataban de acercase a las marchas estudiantiles, siendo escoltados por la policía ante lo que se les venía encima. Esto se ha repetido en varias ciudades, como Sevilla o Elche, donde los neonazis de RE fueron expulsados y días más tarde, miembros del Sindicato anarcosindicalista CNT-AIT fueron detenidos por esto acusados de “vulnerar el derecho de manifestación”.

En los campus universitarios madrileños, los nazis se dejan ver públicamente en fechas clave, como huelgas de carácter general o del sector de la enseñanza. En la Universidad Autónoma en la pasada huelga de la enseñanza del mes de octubre, conocidos miembros de Respuesta Estudiantil (con asociación-tapadera también en la Facultad de Derecho de la UAM), amenazaron de muerte machete en mano a un pequeño grupo de estudiantes huelguistas. En la UAM, se vienen repitiendo situaciones similares en los últimos años, con clara complicidad entre las instituciones universitarias y los fascistas. En la UCM, por su parte, los neonazis de Liga Joven protagonizan de vez en cuando excursiones nocturnas de 20 personas para pegar carteles, y si se tiene la mala suerte de que algún estudiante o trabajador del Campus comprometido políticamente sea reconocido por estos energúmenos, llegan las agresiones. Agresiones que se repiten ocasionalmente en acciones relámpago de miembros de Liga Joven que entran en las Facultades -a mediados del mes de noviembre irrumpieron en la Facultad de Historia, homenajeando a los dos miembros asesinados del partido neonazi griego Amanecer Dorado-, se hacen la foto, agreden a aquellos que les plantan cara y se van con el rabo entre las piernas. El punto culmen fue el pasado sábado 16 de noviembre, cuando Liga Joven realizó un patético desfile (su manifestación del año), por Ciudad Universitaria (en sábado por la tarde). La respuesta antifascista se organizó rápido y contó con la presencia de 150 personas que en la entrada de la Facultad de Farmacia, fueron encerrados por la seguridad de la Complutense, al mando del Rector, y las más de 20 lecheras de antidusturbios, para ser retenidos, identificados y cacheados.

La connivencia del Estado, la clase política en general, los mass media, el Rector de la UCM (en el último caso en particular), con estos grupos fascistas al defenderlos, criminalizar la lucha contra ellos y esconderlos ocultando su verdadera ideología nos es más que obvia. La oleada mediática anti-anarquista no son valores de respeto a quienes piensan diferente, tal y como abanderan los altavoces del régimen y defensores de los valores democráticos, son los valores de la obediencia, de la disciplina al sistema vigente, por eso no hay ninguna queja de las agresiones fascistas sino que se ven, no sólo obviadas, sino deliberadamente ocultadas. Así todos salen ganando: la democracia condena a los que luchan por un sistema horizontal, libre e igualitario, saliendo reforzada y, además, se protege a la extrema derecha, que trata de reorganizarse nuevamente, siendo un brazo directo y sin tapujos dentro de la democrática gestión del Estado de Derecho de la represión y la opresión.

Periodistas y políticos no dudan en cargar contra la “violencia” como concepto abstracto. Detrás de esto, hay un interés manifiesto en el Estado de desligitimar cualquier intento de los oprimidos por defenderse de las agresiones de un sistema que ostenta el monopolio de la violencia. ¿Cómo pueden hablar de “violencia” aquellos que cuentan con todas las pistolas, las bombas y los ejércitos? ¿Cómo hablan de “violencia” aquellos que fabrican armas de muerte y fomentan las guerras en todo el mundo? ¿Cómo pueden hablar de violencia aquellos que encierran y silencian a centenares de miles de personas por su condición de pobres en cárceles o centros de internamiento de extranjeros (CIEs)? ¿Aquellos que nos obligan a vender nuestra fuerza de trabajo para enriquecer a unos pocos, bajo la amenaza del paro y la miseria, hablan de “violencia”? ¿Cómo hablan de “violencia” cuando nuestra vida es dirigida desde que nacemos, cuando aprendemos, cuando vamos en el metro, cuando una cámara nos graba o policías vigilan el buen orden de su sistema? ¿Cómo pueden hablar de “violencia”, cuando los medios de comunicación silencian por su peso mediático cualquier voz disidente, quedando aplastada por la ignorancia y el “ruido” de la sociedad del espectáculo? ¿Mientras desahucian de sus casas a las personas, mientras golpean o torturan en las comisarías, mientras arrastran a las personas a la tristeza y a la desesperación, llegando a ser preferible la muerte, que continuar aguantando las condiciones de miserias moral y material? ¿Cómo hablan de “violencia” aquellos dirigentes, gestores y defensores de la sociedad del Estado y el Capital y su mundo lleno de muerte y miseria?

Vivir en un Estado policial como el nuestro no sólo implica tener constantemente policía en la calle, implica un control de las personas que va más allá del físico, implica un control social, ideológico, vivir en el miedo mediante la criminalización constante a “lo otro”. Racismo, xenofobia, sexismo, homofobia… ésas son las bases de nuestra sociedad: el miedo que lleva a ensalzar una democracia que se disfraza de respeto pero que no es más que una autoridad para gestionar mejor ese racismo, ese sexismo… ese miedo.

Seguiremos luchando, a través la acción directa -aquella acción que hacen los propios implicados en sus problemáticas de forma colectiva y solidaria, sin delegar en nadie, ni rectores, ni decanos, ni delegados de junta de facultad, ni jueces, liberados sindicales o políticos-. El anarquismo siempre les ha sido un enemigo muy útil y por eso, como podemos ver también en cómo habla del anarquismo cualquier libro de texto, se ha esforzado en mantenerlo como un temible desconocido a lo largo de la historia. Y, como siempre en la historia, seguiremos luchando los anarquistas contra el Capital y contra cualquier forma de Estado.

¡Jueces, policía, políticos, fascistas y periodistas, no podréis con nosotros/as!

Contra la criminalización y la represión, ¡Libertad anarquistas presos/as! ¡Viva la anarquía!

JUVENTUDES LIBERTARIAS DE MADRID – FEDERACIÓN IBÉRICA DE JUVENTUDES LIBERTARIAS (F.I.J.L.)