[Crónica] ¡Nuestras desgracias son sus fiestas!

El pasado 23 de diciembre  las Juventudes Libertarias de Madrid nos acercamos a la zona de Cortilandia del centro de Madrid, y en esas calles abarratodas de ilusión mercantil a causa de la Navidad, de cientos de padres y madres deseoses de hacer feliz a sus hijes, repartimos 175 CDs de villancicos de 2014-2015. Sin embargo, estos cds escondían en realidad villancicos que a los pocos segundos descubrían un panfleto leído en el cual llamábamos contras las fiestas del Estado y el Capital, en consonancia casi siempre con las instituciones religiosas, como la Navidad, fiestas que tan sólo sirven para perpetuarnos en el sistema impuesto y sus valores dominantes, en la mercantilización de las relaciones humanas, en el consumo incesante, en el trabajo asalariado y además precario, en la celebración de ficciones religiosas que tan sólo ayudan a mantener el statu quo de la clase dominante. Consideramos que en estas fechas es importante lanzar un mensaje anarquista que se abra paso entre toda la maraña de productos, multinacionales, lucecitas y reyes magos. Esperamos que aquelles que recibieron gratis su cd de villancicos hayan disfrutado de él.

NUESTRAS DESGRACIAS SON SUS FIESTAS

AUTOORGANIZACIÓN Y ACCIÓN DIRECTA CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL Y TODA AUTORIDAD

Puedes descargar y escuchar los audios de los “villancicos” pinchando AQUÍ

Navidad: la dulce fiesta del Estado y el Capital

Otro año como todos los años. Las luces de colores, los villancicos, los gorros de Papá Noel, la publicidad constante de productos y objetos, las cartas a los reyes magos, la felicidad tras un escaparate rebajada un 30 por ciento.

Otro año más llega la fiesta de las fiestas, la celebración en masa del consumo y el capitalismo. La Navidad se presenta como la ejemplificación perfecta del mundo que vivimos y padecemos: trabajo asalariado, consumo, religión, mercantilización de los sentimientos y las relaciones humanas, socialización de los niños y niñas en la ostentación y el acaparimiento incesante de objetos, en el premio-castigo, en la ilusión y el deseo mediada por el dinero y la mercancía…

Es la Navidad el momento oportuno y perfecto para mostrar de manera exacerbada lo que vivimos día a día de manera cotidiana. Estado, Capital y Religión se alían para perpetuar nuestro servilismo y fortalecer sus privilegios. Resulta absurdo que celebremos una ficción religiosa, que por otra parte tan sólo se traduce en beneficios desorbitados para las empresas, y también para el Estado (a través de los propios impuestos o, por ejemplo, de aquel esperpento llamado ‘El Gordo de Navidad’ o ‘El Niño’); también se traduce en un claro adoctrinamiento de los niños y niñas en lo que van a tener que vivir día a día, en la educación del premio-castigo y la obediencia, perfectamente ejemplificada en esa pregunta tan oída por todos: ¿te has portado bien?, o aquella afirmación tan sentenciadora: ‘si no te portas bien, no vas a tener ningún regalo y te traerán carbón’; esa es la educación del miedo que se promociona y ejecuta en este Sistema autoritario a través de las escuelas y colegios, y que se desarrolla por extensión en la institución familiar. Tras la Navidad también encontramos, aunque escondido, el mensaje de la monarquía, tras las figuras de los tan adorables y queridos reyes magos, introduciendo también en los niños y niñas, ya desde el principio, figuras de estatus y poder que podrán satisfacer sus supuestos deseos y esperanzas.

Nos explica mucho sobre el mundo y el sistema en el que vivimos el hecho de que esos supuestos momentos o lapsos de tiempo mínimos que llamamos “fiestas” sirvan para seguir favoreciendo a aquelles que nos dominan día tras día, a las empresas, al Estado y a las instituciones religiosas; siendo nosotres mismos quienes amplificamos, defendemos y difundimos el discurso y la ideología de aquelles que nos someten y nos gobiernan.  Nos explica mucho sobre el Sistema que padecemos el hecho de que todas las fiestas sociales estén absolutamente sostenidas y mediadas por el dinero y la mercancía.

Nosotros y nosotras, en tanto que anarquistas, le declaramos la guerra al Estado, al Capital, y a todo tipo de Autoridad, a sus lógicas, sus discursos, sus prácticas y también a sus supuestas fiestas, fiestas como la Navidad que sólo sirven para que ellos salgan ganando, como siempre, y nosotras perdiendo, como hasta ahora.

NUESTRAS DESGRACIAS SON SUS FIESTAS

 AUTOORGANIZACIÓN Y ACCIÓN DIRECTA CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL Y TODA AUTORIDAD

¡FUEGO A LA NAVIDAD!

 

Juventudes Libertarias de Madrid (FIJL)

POR QUÉ SI A LA HUELGA Y NO AL SINDICATO DE ESTUDIANTES

La normalidad reina en nuestras vidas. Nos hemos acostumbrado a soportar las consecuencias de la crisis, a soportar recortes, despidos, privatizaciones. La obediencia, la sumisión, la reducción de nuestras expresiones al voto a este u al otro partido de turno o al nuevo lidercillo de moda. A aceptar el discurso de los dirigentes, del sistema, como el único posible. La represión, las detenciones, los palos o la cárcel forman parte de lo cotidiano. Todo eso y mucho más se ha convertido en lo “normal”. Ya no nos sorprende la muerte. Y solo sentimos miedo, rabia o indignación cuando los medios nos lo ordenan. Y, lo que es peor, solo simulamos “luchar” cuando partidos políticos o sindicatos del sistema nos llaman a la movilización.

En este último caso se encuentra el Sindicato de Estudiantes y sus huelgas. Como nos tienen acostumbrados, convocan de forma vertical desde sus despachos una huelga simbólica de uno, dos o tres días que justifique su propia existencia. Los medios de comunicación hacen el resto, mostrando las manifestaciones donde los estudiantes no son sino una “masa” que viene a legitimar la existencia del Sindicato de Estudiantes como interlocutor reconocido por el Estado, como representante válido de unos estudiantes que callan, obedecen, se manifiestan y vuelta a la normalidad (y todo sigue igual).

Es hora de que recuperemos la huelga. La huelga como herramienta de lucha, como confrontación donde se paraliza TODO hasta conseguir que se cumpla lo que se pide. Ni un estudiante expulsado de la universidad por no poder costearse los estudios, tirar las leyes que avanzan en la definitiva conversión de la enseñanza en un instrumento del mercado, fin de los despidos y la externalización de servicios… O la victoria o la derrota. Nada de huelgas desconvocadas antes de empezar. Nada de negociaciones: la fuerza de la lucha en la calle y no en los despachos. La huelga unida al sabotaje, a la total ruptura de la normalidad del capitalismo en carreteras, ciudades, campus e institutos. La huelga que parta de las asambleas de institutos y facultades horizontalmente por parte de toda la comunidad educativa. La huelga que barra a representantes estudiantiles y aspirantes a políticucho profesional. La huelga que no pierda de vista los objetivos a corto plazo y contemple la destrucción del sistema de enseñanza estatal o privado basado en la obediencia, la competitividad, la preparación de mano de obra cualificada para las necesidades del mercado y la formación de los futuros dirigentes; y, sobre todo, la destrucción del sistema en la que se inserta. Que de sus ruinas florezca una nueva forma de aprender en solidaridad, colectivamente y sin ningún tipo de autoridad.

Recuperemos la huelga, la acción directa de los propios implicados sin representantes que hablen por nosotras. Barramos al Sindicato de Estudiantes, a partidos políticos y a cualquiera que quiera apropiarse de nuestras luchas. Recuperemos nuestras vidas, rompamos el tedio y la normalidad de la obediencia como escenario de circulación del Capital y el orden del Estado que se fundamente en la explotación y la opresión. A la huelga como ataque a la normalidad de la muerte, a la huelga a poner patas arriba este miserable sistema, a sus representantes, a sus defensores y a sus falsos críticos.

Juventudes Libertarias de Madrid – FIJL

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CONTRA EL AUTORITARISMO EN LAS (J) AULAS: ¡PEDAGOGÍA LIBERTARIA!

Quisiéramos dedicar estas líneas a la reflexión entorno a lo que supone hoy el sistema de enseñanza y su labor dentro de la sociedad estatal-capitalista. Este texto ha de enmarcarse en el contexto de las movilizaciones que en muchos puntos del Estado se están llevando a cabo para intentar frenar el avance privatizador y mercantilista de la educación pública.
Entendiendo legitimas las reivindicaciones de profesores, estudiantes y personal laboral no-docente en contra de los despidos y los recortes en gasto en educación y el decir “basta” al proceso privatizador empezado hace años por las políticas neoliberales de los distintos Gobiernos, vemos una falta de profundidad en el análisis realizado sobre la educación en sí misma y sus roles y la vinculación que ésta tiene con el actual modelo económico y social.
El origen de la educación pública tiene sus raíces en los primeros años del desarrollo de los Estados liberales tras la superación de la etapa histórica del conocido como antiguo régimen. La nueva clase emergente, es decir, la burguesía, comprendió que necesitaba un vehículo de transmisión de su ideología renovadora, basándose en el “derecho” como base de esa nueva sociedad. La escuela resultaba un medio ideal para transmitir los valores de la propiedad privada, la jerarquía, la necesidad de someterse a una autoridad, el nacionalismo… Todo ello acompañado siempre de una fuerte influencia de la Iglesia, siempre controlando a las nuevas generaciones desde su más tierna infancia.
Si bien es cierto, sectores sociales pertenecientes a la clase trabajadora no recibieron ni siquiera las nociones básicas de la enseñanza universal, dándose una fuerte analfabetización en los distintos países europeos. Surgen entonces distintas iniciativas dentro del movimiento obrero con el objetivo de llevar a la juventud el conocimiento, el saber, la ciencia y los valores de la solidaridad, el apoyo mutuo, la capacidad crítica… siempre con el objetivo de formar personas libres y con inquietudes sociales, capaces de cambiar el brutal e injusto sistema que les relegaba a meras máquinas de producir. Papel muy importante en esta labor tuvieron los sectores anarquistas del movimiento obrero, a través de la fundación de las escuelas racionalistas y los ateneos libertarios, donde se formaba tanto a jóvenes como adultos. Son también de gran relevancia las aportaciones al campo de la pedagogía de importantes teóricos anarquistas, como Bakunin, Ricardo Mella o Ferrer i Guardia, entre otros.

No es pues, hasta el desarrollo de la denominada “sociedad del bienestar” cuando la enseñanza se universaliza realmente y llega a prácticamente toda la población de las sociedades desarrolladas. Este proceso puede explicarse por dos causas fundamentales; la necesidad de una clase trabajadora más formada técnicamente para las nuevas tecnologías aplicadas en el campo de la producción y como transmisión de los valores del consumismo, la competitividad y el individualismo, aparte de los valores “clásicos” mencionados anteriormente.

Actualmente, la labor de la escuela (en todas sus etapas y en todas sus formas, tanto estatal como privada) sigue ejerciendo un rol social de transmisión de los valores del sistema. Por un lado encontramos los sesgados conocimientos, manipulados en algunos casos, persiguiendo el objetivo de transmitir a los estudiantes la visión “oficial” de la Clase Dominante y los valores económicos del Capitalismo. A su vez encontramos que el vigente modelo educativo no estimula el aprendizaje de seres humanos libres y con capacidad crítica, sino que se enfoca hacia la memorización y al modelo de los exámenes, que lejos de buscar transmitir conocimiento hace de los estudiantes meras máquinas de memorizar que encajen dentro de un modelo de prueba, despreciando todo aquello que no sea “materia evaluable”. Por otro lado, la escuela juega un importante papel a la hora de establecer los valores morales de la juventud, basados en la competitividad y el individualismo, donde los estudiantes no son compañeros, sino que se les transmite que su igual es un competidor por una plaza en la universidad o en un puesto de trabajo, por ejemplo. De igual manera se fomenta que surjan diferencias entre los estudiantes, fiel reflejo de una sociedad estratificada en clases sociales, los “listos”, los “tontos”, los “vagos”…
A su vez se refuerza el autoritarismo, utilizando a los docentes como figura a la que obedecer y no cuestionar por el hecho de ser “superior”. El principio de autoridad, es decir, la falsa creencia que defiende la necesidad de tutela y gobierno a las personas por parte de otros seres supuestamente superiores en el campo físico y/o intelectual se transmite a través de la figura del profesor. De igual modo, mediante el viejo conocido “estimulo-respuesta” aplicado a través del premio y castigo se deshumaniza la función pedagógica, utilizando los estímulos del miedo o el egoísmo para adiestrar a la juventud.
No podemos obviar cómo el sistema de enseñanza sirve como preparación de una masa dócil y obediente de mano de obra, que aparte de recibir la pertinente formación técnica, esté a su vez acostumbrada a la rutina y al aburrimiento, propio del trabajo asalariado, y así evitar el lógico conflicto social que este tipo de esclavitud retribuida crea en la sociedad.
Es vital entonces que en estas luchas tomemos conciencia de la necesidad de parar el avance privatizador y mercantilista, que supone un paso más en los intereses empresariales de convertir en negocio la educación, y que a su vez se tornen en contra del sistema de enseñanza burgués y los valores que transmite, para definitivamente derivar en una lucha contra el Capital y el Estado junto con el resto de la clase trabajadora, origen de toda la problemática social y económica.
Para ello, debemos desterrar las luchas dirigidas, orquestadas por los Sindicatos de Estado, CC.OO, UGT y todo sindicato que avale el actual modelo sindical electoralista, que traslada el principio de autoridad al mundo del trabajo, promocionando el delegacionismo, que hace que se erijan como líderes, siempre vigilando que las luchas no se salgan de su tutela y les acabe superando. Hemos de acabar con las “manifestaciones paseo” que se parecen más a un desfile carnavalesco que a una expresión de lucha contra las agresiones capitalistas.

Solo mediante el asamblearismo, la solidaridad y la acción directa, sin delegar en nadie una problemática que atañe a estudiantes, profesores y personal laboral no docente conseguiremos frenar estos ataques y hacer que esta lucha “defensiva” se torne en ofensiva contra el sistema capitalista y el modelo de enseñanza embrutecedor.

Grupo Bandera Negra (F.I.J.L) – 2011
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CONTRA TODA FORMA DE ESTADO, TANTO ACONFESIONAL COMO LAICO.

La historia de las religiones ha estado siempre vinculada a la sumisión del ser humano a la idea de un ente superior. En las primeras sociedades humanas, apoyándose en la ignorancia de estas primeras comunidades se erigieron unas figuras que estimularon sus miedos hacia lo desconocido, y que en base a un supuesto conocimiento dirigieron la vida del resto de la población. Por tanto podemos establecer una clara y directa vinculación entre el principio de autoridad (esto es, la falsa creencia que dice ser necesaria la existencia de jerarquías y figuras que dirijan al resto de las personas en base a su superioridad física o intelectual) y la religión. Este es el origen de la alienación política-religiosa que junto a la alienación cultural y económica resultan las principales ramas del actual régimen de explotación.

En el devenir histórico de las sociedades humanas las clases sociales que ostentaban el poder siempre han utilizado la Religión para fortalecer su imagen aportando así grandes cotas de poder político y económico a las distintas religiones existentes. Podemos citar algunos ejemplos, como el caso del Imperio Romano donde se rendía culto religioso al Emperador, pasando por las monarquías europeas autoritarias que vincularon el poder real a la providencia divina o las distintas guerras de religión europeas de los siglos XVI y XVII que ocultaban intereses económicos de los Estados y de la naciente burguesía mercantil.

La Iglesia Católica en particular representa una de las religiones más despiadadas de la historia. No desarrollaremos todos los hechos históricos que le otorgan esta negra reputación, debido a la falta de espacio y por ser ya de sobra conocidos (la Inquisición y su despiadada represión, la persecución de todo conocimiento científico que desmintiera las supersticiones de la Biblia…)

El caso de España es un caso muy especial puesto que la Iglesi
a Católica siempre ha manejado altos niveles de poder político e influencia en la sociedad española. Mediante la Compañía de Jesús (los Jesuitas) la Iglesia Católica se perpetró de grandes centros de adoctrinamiento donde envenenar a la infancia y así asegurarse de que las futuras generaciones aceptarían sin rechistar el dogma católico. Hoy aún los centros educativos religiosos vinculados a la Iglesia Católica reprimen y manipulan a decenas de miles de jóvenes estudiantes. Hemos de hacer mención al obstáculo que el Movimiento Obrero encontró siempre en la Iglesia a la hora de propagar entre la Clase Trabajadora las nuevas ideas del Socialismo, en pro de la justicia social. La Iglesia, siempre de la mano de las clases dirigentes, resultó ser una fuente de propaganda para la burguesía, que mediante el adoctrinamiento moral se servía de la falta de formación de las clases bajas para inculcarles sus mentiras. Esta alianza entre burguesía e Iglesia, quedó patente en muchas ocasiones en España, tal y como demostró el asesinato del pedagogo anarquista Ferrer i Guardia donde la Iglesia presionó a las autoridades para que se sentenciase a muerte al maestro o el descarado apoyo al régimen fascista de General Franco.

Hoy en día, la Iglesia Católica representa un colosal imperio económico, que sigue ejerciendo una nefasta influencia sobre millones de personas en todo el mundo. Muchos escándalos rodean actualmente a la Iglesia Católica, tales como los abusos sexuales contra niños por parte de miembros eclesiásticos, episodios de corrupción vinculados al Banco Vaticano…

En la actualidad, la Iglesia Católica desempeña en España un importante papel en la vida política y ejerce una fuerte influencia en las decisiones que desde el poder político se toman. Por no decir las privilegios fiscales con lo que cuenta esta Institución.

Ahora bien, nuestra lucha contra la alienación religiosa, ha de ir directamente vinculada al rechazo de toda autoridad que pretenda imponerse en nuestras vidas. Por eso rechazamos de pleno la idea de un “Estado laico”. El Estado mediante el uso de la violencia directa o indirecta, protege los intereses de la Clase Dirigente y mantiene sus privilegios. Así se dota de todo un aparato judicial y burocrático destinado al control de los individuos, legisla siempre a favor de mantener el orden establecido y otorga más beneficios económicos a la Clase Empresaria mediante la explotación de la Clase Trabajadora. Hemos demostrado anteriormente como históricamente el Estado se ha apoyado en la Religión para legitimarse pero eso no hace imposible la existencia de un Estado “laico” igual de tiránico que un Estado teocrático o un Estado aconfesional. La esencia del Estado será siempre el control de la población mediante diversos métodos, sutiles como la educación y/o si se diera la necesidad, mediante la represión y las guerras. ¿No ha habido ya Estados donde el poder religioso ha sido muy limitado? ¿Acaso no siguen siendo lugares con desigualdad social y explotación donde hay todavía prejuicios y tabúes mediante los cuales condicionar las vidas de las personas?

La lucha por una sociedad atea, libre de todo dogma religioso que anteponga a un Ser Supremo al ser humano ha de ir directamente vinculada a la superación del actual sistema capitalista, donde las personas quedan relegadas a mercancía a la que se puede explotar, y la desigualdad social y la explotación del ser humano por el ser humano rigen nuestras vidas. Solo mediante la sustitución de ideas como la caridad cristiana (destinada a parchear las desigualdades sociales), por la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas se asegurará una auténtica sociedad de hombres y mujeres libres. Forjar una nueva sociedad, sin líderes ni autoridad, donde las decisiones emanen de la base y se fomenten el conocimiento y las artes, garantizará el fin de todo tipo de dominación, ya sea religiosa, política o económica.

¡HAREMOS ESTALLAR SUS RELIGIONES!
¡CONTRA TODOS LOS ESTADOS!

¡CONTRA TODA AUTORIDAD!
¡POR LA ANARQUÍA!

Grupo Bandera Negra (F.I.J.L) – 2011

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NI EVASIÓN NI ESCAPISMO: POR UNA FELICIDAD CONSTRUIDA EN LIBERTAD

Lo que hoy se practica bajo el nombre de fiesta es una de las opciones mayoritarias en esta sociedad para evadirse de una realidad aciaga y destruir, de paso, todo lo que pueda convertirnos en personas libres. Para empezar, toda la fiesta está dirigida al consumo de drogas (legales o ilegales), sobre todo alcohol y cannabis, pero también cocaína, speed, anfetaminas, drogas de diseño, alucinógenos, etc. Siendo, por lo general, el alcohol y el cannabis las puertas de entrada hacia el policonsumo de otras sustancias. No hay más que probar a “ir de fiesta” sin tomar ningún tipo de droga, ni siquiera alcohol; la mayoría de las personas encontrarán que la denominada fiesta no es para nada divertida.

Al estar todo dirigido hacia el consumo de drogas, la persona se encuentra con una percepción alterada de la realidad, por lo tanto, su conciencia se ve alterada. Esto es importante en tanto en cuanto es una forma de control: si la realidad no me gusta, en lugar de afrontarla y hacerme consciente de cómo funciona el mundo que me rodea para transformarlo (lo cual resultaría doloroso), altero mi conciencia tomando sustancias que, por un lado me hacen sentir placer o eliminan el displacer y, por otro, me alejan de esa realidad que no me gusta. Así, se puede soportar de nuevo otra semana más de explotación laboral, de pedagogía autoritaria, de control social, etc. Por otro lado se convierte en una práctica totalmente individualista, que nos aleja de las demás personas. No hay más que ver lo que es una discoteca: una enorme sala en la cual la gente se apelotona, pero la música está a un volumen tal que no se puede hablar si no es gritando, por lo tanto, las relaciones se reducen a bailar en solitario, a pesar de estar rodeade de gente. Es decir, por un lado se altera la percepción de la realidad, y, por el otro, las capacidades relacionales. En este estado, difícilmente podrán las personas identificar los problemas de esta sociedad y trabajar colectivamente para construir una sociedad nueva; además, como hemos dicho anteriormente, tampoco lo necesitarían ya que escapan durante el fin de semana de la realidad, liberando así toda la tensión que les pueda producir un mundo que no gusta a nadie y pudiendo afrontar otros cinco días más de realidad institucionalizada.

Sin embargo, abogar por la desaparición de la diversión sería absurdo, ya que el ser humano necesita divertirse. Por otro lado, si la diversión concebida tal y como se concibe hoy, es un potente instrumento de adormecimiento de masas, sería interesante redefinir el concepto de diversión convirtiéndola en algo autoconstruido, consciente, agradable, relacional, creativo y activo. Y, llegando a este punto, creado un nuevo concepto de diversión basado en una actividad creativa y consciente, surge otra cuestión: ¿Dónde está la línea que delimita a estas actividades de las actividades que consideramos “trabajo”? ¿Qué es, para nosotres, el trabajo y qué es la diversión?

Actualmente vivimos en una dinámica social en la que estos conceptos están claramente separados: lo que se conoce como trabajo es esclavitud asalariada, algo alienante, duro, sacrificado y muy poco gratificante; en contraposición a este concepto de “trabajo = esclavitud” aparece el concepto del “ocio” como tranquilidad, evasión y distensión, para poder, precisamente, continuar soportando lo insoportable. Sin embargo, ¿corresponde esta noción capitalista de “trabajo” al sentido que cobra el trabajo en el ámbito libre y consciente propio de una lucha libertaria? ¿o incluso al sentido que cobraría en una sociedad verdaderamente libre?

Nosotres, contraries a la alienación del individue, que luchamos y abogamos por la capacidad de auto-gobernarnos en el día a día, entendemos el trabajo como una actividad creativa y gratificante: a lo que se denomina trabajo nosotres lo llamamos esclavitud. Es este nuevo concepto de trabajo lo que realizamos en nuestra lucha del día a día. Un trabajo que, si bien conlleva momentos de mucho esfuerzo, agotadores y no exentos de frustración (en manifestaciones y piquetes, en toda lucha que emprendemos para combatir situaciones opresivas, injustas y totalmente indeseadas), también aporta momentos constructivos, edificantes y gratificantes (en cada acto que culmina con éxito, en cada jornada de encuentro que realizamos en la que compartimos nuestros conocimientos, nuestros intereses, nuestras inquietudes y nuestros posibles proyectos, etc.). En un entorno así, en el que el trabajo ya no es un antónimo obligado de la felicidad, ¿qué espacio merece ocupar el ocio, y la evasión?

Como anarquistas, consideramos la lucha por la libertad como parte de nuestra esencia, de nuestra propia vida. No la relegamos a un “hobby ocasional” con el que desahogarnos después del trabajo, ni tampoco la categorizamos como un “trabajo necesario, pero duro y fatigoso” del que necesitemos desconectar con jornadas intensivas de ocio despolitizado que nos haga la vida más llevadera.

Nuestra lucha, nuestras ideas, son algo nuestro, algo auto-construido e intrínseco a nosotres, algo que nos enriquece y nos hace crecer como personas: no queremos evadirnos de ellas sino permitir que se hagan cada vez más fuertes y ganen terreno al Estado. Por ello, en contraposición al ocio despolitizado y vacío de contenido, abogamos por la necesidad de aumentar los espacios de lucha, de libertad y creatividad. Espacios ideologizados que nos permitan seguir creciendo individual y socialmente. Consideramos que la felicidad ha de residir en esa libertad conquistada día a día y no en la evasión.

Es por esto que no queremos crear ni promover la ilusión de un ocio falsamente alternativo que siga reproduciendo los mismos esquemas del ocio capitalista, que siga siendo la diversión por la diversión y que no tenga en la práctica pretensiones más allá de la evasión y el desahogo. No queremos crear espacios de alienación y consumo que nos hagan más soportable la vida dentro de este sistema: queremos espacios de reflexión, conciencia y convivenciales que nos permitan avanzar en la lucha contra lo que nos oprime y por nuestra libertad y no nos cabe duda de que es en este marco de solidaridad, de creación y de conquista de nuestras libertades en el que encontramos y disfrutamos realmente de una verdadera felicidad, una solidaridad y una lucha que no consideramos en absoluto agotadora, sino liberadora y esperanzadora y de la que, por tanto, no queremos ni necesitamos evasión ni descanso.

Porque no necesitamos ocio cuando convertimos nuestra vida en algo creativo y gratificante, cuando ganamos terreno a la esclavitud.

Grupo Anarquista Pirexia – 2011

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LOS REFERÉNDUMS: EL ÚLTIMO RECURSO DE LA OPRESIÓN DEMOCRÁTICA

Ante el actual panorama político-social, en el que cada vez son más las Organizaciones que se unen a las diferentes propuestas políticas de realizar referéndums nos parece necesario hacer algunas aportaciones a este campo para destapar el verdadero papel que juegan los referéndums.

El referéndum, posicionamiento último del pueblo[1] (dentro de la dicotomía pueblo-poder), supone uno de los recursos más valiosos de las “democracias” para afianzar su fuerza y asegurar su credibilidad.

Posicionamiento del pueblo

Es muy importante no olvidar que la “democracia” intenta anular en los individuos su capacidad de iniciativa, los referéndums son el último reflejo de lo que exponemos: el referéndum se origina a raíz de una decisión política, no a raíz de una necesidad concreta.

Cuando se ha generado un descontento social importante, los políticos intentan arrastrar a su campo toda una serie de movilizaciones sociales. El principal papel de los referéndums es transformar a todo un movimiento social en un mero porcentaje, cambiar los individuos organizados, con todas sus capacidades, para reducirlos a números, con dos opciones: sí o no. Cumplen el papel de, una vez más, llevar al campo de la política la lucha social para así eliminarla; ofrecer el Parlamento como la única vía posible. Repetimos, una vez más, la única posibilidad de cambio surge de la auto-organización. Este hecho supone un problema mayor en la medida en que no sólo desde dentro del Parlamento surgen esas tentativas, sino que éstas se reproducen en aquellas Organizaciones que orientan la movilización a un fin político; en este caso los referéndums.

La preparación del referéndum

El referéndum no es un hecho que surja por la petición de las Organizaciones movilizadas, sino una respuesta conciliadora de la clase política. Eso sí, una vez que se ha estudiado el tema y se han visto índices de viabilidad. En temas particulares con un gran descontento general no se realizan referéndums, sino después de una gran campaña de propaganda. No olvidemos, como ya comentábamos en el Suplemento 5 de Germinal Libertario: Monográfico contra los Medios de Comunicación, que la clase política cuenta con la disposición de los Medios de Comunicación y, por ello, prácticamente del monopolio informativo. De esta forma, se bombardeará a les “ciudadanes” con toda aquella información favorable a los intereses políticos:

Manipulación de las propuestas “alternativas”: Por ejemplo a través de las criminalización de las acciones sociales en los telediarios (de forma que la “opinión pública valore el parlamento como única vía), creando falsos debates televisivos en los que sólo se muestran las posturas oficiales o si se muestra otra diferente es en un marco de marginación (intentando significarla de este modo en la sociedad) o de ridiculización (los casos de manipulación directa de intervenciones son numerosos, ¿qué se esperaba?), mostrar el lado opuesto al del campo político como algo idealizado (es decir sin base real), esto no es, en muchas ocasiones, una manipulación intencionada, sino la muestra de que el sistema político ha hecho ya efecto directamente en gran parte de la Sociedad.

La creación de la necesidad: Se intenta de esta forma que la propuesta política aparezca como algo necesario aún no siéndolo. Es un esfuerzo por hacer partícipe a la gente del sistema de representación para que este no pierda legitimidad. Este hecho de crear una necesidad ficticia se ve claro en el referéndum de 1986: el PSOE, que durante la campaña electoral se posicionó en contra de la incorporación de España en la OTAN (“OTAN, de entrada NO” decía el lema) y que obtuvo el 48% de los votos en las elecciones de 1982, fue el que impulsó cuatro años más tarde el referéndum en el que el sí obtuvo el 52% (todo ello obviando las cifras de Abstención).
La creación del miedo: Ante situaciones concretas, la finalización de un régimen dictatorial, por ejemplo; los referéndums se constituyen no sólo como elementos “legitimadores” sino además como limitadores, volviendo a esa idea de dicotomía del referéndum de la que no se puede salir. Un ejemplo transparente de ello es el referéndum sobre la “Ley para la Reforma Política”. Este referéndum, que en caso de aprobarse abriría las puertas al camino de la “Transición” (Ver Suplemento 2 de Germinal Libertario), tenía el claro papel de intimidar a la población española: por un lado se ofrecían dos únicas posibilidades: democracia o dictadura, y se hacía en unos momentos de represión importantes (Asesinato de Salvador Puig Antich en 1974, Fusilamientos de Txiki, Otaegui y “los tres del FRAP” en 1975, Montejurra en 1976…), de esta forma se jugaba con el miedo al “no” identificándolo con un “sí” al franquismo.

Ni que decir tiene que este referéndum sirvió para legitimar el Estado “democrático” para que este continuara haciendo lo mismo que el anterior (Matanza de Atocha en 1977, asesinato de Agustín Rueda y Caso Scala en 1978…).

La celebración del referéndum: El caso europeo

Un caso aparte es el referéndum realizado para la aprobación de la Constitución europea. Este acontecimiento refleja claramente nuestra posición respecto a los referéndums: estos son solamente convocados cuando su resultado es positivo para los intereses de la clase política. Los referéndums convocados para la Constitución europea fueron negativos y, sencillamente, se paralizaron. En el Estado español, en el que la participación en referéndums ha ido cayendo de forma progresiva (77% en 1976, 67% en 1978, 59,4 en 1982 y 42% en 2005), el resultado fue a favor, aunque el referéndum ni tan si quiera era vinculante. Sin embargo, el proceso se paralizó cuando en Francia e Irlanda el resultado mayoritario fue el no. Ante esto, el parlamento europeo comenzó el estudio de una nueva reforma para el Tratado. Esto pone en evidencia que los referéndums no sirven para expresar la voz del pueblo sino para canalizar, a través de ésta, la opinión de les polítiques. Sin embargo, la fuerza del proletariado reside en su capacidad de organización no en su capacidad de “decisión”.[2]

Juventudes Anarquistas de León (FIJA) – 2011

[1] Las referencias hechas en todo el artículo al concepto “pueblo” no nos propias, sino que las hemos adoptado para adaptarnos al lenguaje de la “democracia”, dentro de la cual los conceptos pueblo y poder aparecen como una dicotomía. Desde nuestro punto de vista, esta dicotomía es inconclusa ya que el concepto “pueblo” se nos antoja como una idea, dentro de la concepción “democrática”, interclasista.
[2] Extrapolado del panfleto “El referéndum: Un paso más hacia Bolonia” de la Sección de estudiantes del Sindicato de Oficios Varios de León (CNT-AIT). Está claro que ponemos en tela de juicio, cuanto menos, que el proletariado tenga alguna capacidad de decisión en los mecanismos políticos.

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CONTRA EL RACISMO Y TODA AUTORIDAD

La lucha por la igualdad social entre personas de distinto aspecto físico en base a su color de piel o por distintos comportamientos culturales se plantea actualmente desde distintas ópticas. Desde el ciudadanismo, que entiende que, como ciudadanes iguales ante la ley que debemos ser, el racismo debe ser perseguido por ésta, hasta posturas más radicales, es decir, que buscan destruir la raíz del problema y no, no tenemos ningún miedo en reivindicarnos como parte de esta última.

El racismo, a día de hoy, surge como consecuencia del conflicto social que comienza a extenderse en la Edad Moderna con la aparición en la historia de un primer capitalismo de carácter mercantil y financiero, pero que no da lugar al actual racismo hasta que no llegamos a su nueva etapa histórica, el capitalismo global e imperialista. El racismo es el sentimiento de superioridad frente a aquelles que, por sus caracteres genéticos externos, son considerades distintes; pero existe otro sentimiento, menos terrible pero igualmente despreciable, que es la xenofobia, es decir, el miedo, el rechazo hacia aquelles que han desarrollado formas culturales distintas de las nuestras y que, por motivos generalmente económicos, de pobreza, se ven forzades a migrar hacia países de aparente mayor “riqueza social” (es decir, donde les riques son más riques que en otros países).

La xenofobia que vemos hoy día en nuestra sociedad es fruto de un sistema competitivo, como es el capitalismo, que nos empuja a les trabajadores a competir por los puestos de trabajo que cada vez destruyen más les empresaries, propietaries de los medios de producción y distribución, les mismes que aprovechan la situación de desesperación de estas personas migrantes para una más fácil explotación laboral.

Vemos, pues, que la xenofobia es un sentimiento fácilmente aprovechable por esta clase empresarial, auténtica culpable de nuestros problemas como clase trabajadora, para enfrentarnos entre nosotres y no con nuestres verdaderes enemigues y tampoco tenemos miedo a hablar de confrontación mientras una parte minoritaria de la sociedad pero que, por el contrario, acumula la mayor parte de la riqueza, siga aprovechándose de nosotres.

En este mismo sentido, vemos a los distintos gobiernos, órganos ejecutivos del Estado, incentivando a esta clase empresarial que ya no necesita ocultarnos que nos gobierna (FMI, BM, BCE… son órganos que nos dictan las políticas económicas). Vemos, pues, que el Estado, órgano para la perpetuación de los privilegios sociales de les empresaries, elabora políticas que alientan el racismo y la xenofobia para aumentar la conflictividad interna de nuestra clase.

Vemos también que en esta sociedad legalista, cuando existe un problema, se cree que lo mejor es resolverlo con la ley, con la represión, así es como se justifica que miles de trabajadores, todos los días, sean controlades por los miembros de una de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la PolicíaNacional, por el mero hecho de tener un color distinto de piel o un acento extraño, contrario a lo que dicen sus propias leyes de no discriminación por motivos de raza o procedencia, así es como se justifica que cientes de inmigrantes sean encarcelades en los Centros de Internamiento de Extranjeres, auténticas cárceles para quienes su mayor delito es no haber nacido en la Europade la libertad… de mercado.

Ante todas estas agresiones, entendemos que nos queda nuestra organización como clase, organización indiscriminada de natives o migrantes, con la única motivación de eliminar la desigualdad social, generada por la injusta distribución de la riqueza, la propiedad de los medios de producción y distribución, así como para luchar contra el principio de autoridad que deriva en el delegacionismo imperante en nuestra sociedad, al dejar siempre la resolución de nuestros problemas en manos ajenas, como ocurre con el caso de la xenofobia y el racismo, al dejar su resolución en manos de los mismos gobiernos que posteriormente se demuestran como nuestros agresores. Proponemos, pues, nuestra autoorganización sin líderes, sin vanguardias, una organización anárquica que deje las decisiones a tomar en manos de las bases y no de órganos intermedios o superiores que nos digan lo que hacer, pues nadie debe ser quién para imponernos la justicia o la injusticia social, sobre todo sabiendo que el poder genera vicios entre quienes lo detentan, terminando por cometer esas injusticias sociales que se proponía combatir (y eso cuando, de forma sincera, se ha propuesto combatirlas), es decir, apostamos por el Federalismo anarquista y la Acción Directa, la acción sin intermediaries entre nosotres y les causantes de nuestros problemas. Vemos también la incoherencia de, en cualquier lucha, recibir con las manos abiertas las migajas de aquél a quién pretendemos destruir: el Estado. Por contra, creemos en nuestra autofinanciación y la autogestión de nuestras organizaciones, para mantener la autonomía de nuestras decisiones, al no depender de órganos externos.

Entendemos que la lucha por otras vías en ésta o cualquier otra problemática social, es reproducir los mismos errores y no resolverlos, dejarlos ahí en estado latente, ya que la única forma de destruirlos es destruir el sistema económico y social que los genera: el Capitalismo y el Estado, a través de una auténtica Revolución Social y no solo político-económica o tristes y paulatinas reformas.

¡Contra el racismo, el capitalismo que lo genera y el Estado que lo ampara y ejerce!

Grupo Bandera Negra (F.I.J.L) – 2011

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19 de julio: Revolución, un grito de esperanza

19 de julio: Revolución, un grito de esperanza

Miramos hacia un lado y vemos las miserias de un mundo en descomposición: pobreza, hambrunas, destrucción del territorio…, miramos hacia otro y vemos las miserias de un modelo económico que nos explota y humilla a diario: paro, desahucios…, con optimismo ya vemos incluso cómo nos roban nuestro tiempo a cambio de un salario cada vez menor y peores derechos laborales; incluso, miramos de nuevo y vemos los estragos del autoritarismo: el patriarcado sometiendo a millones de mujeres, el adoctrinamiento en las (j)aulas sometiendo la voluntad de millones de chavales que, poco a poco, van asimilando los valores jerárquicos y competitivos que nos invaden, vemos cómo quien intenta malvivir en este mundo absurdo de opresiones, es reprimido por sus policías, encarcelade en sus prisiones y todo para que Estado y Capital sigan siendo dueños de nuestras vidas.

Ante todo esto hay quienes, desde posiciones reformistas, intentan mejorar aquello que sólo debe ser destruido para la pervivencia de nuestra especie y de todas las demás, hay quienes intentan que este modelo político jerárquico sea más democrático, donde tengamos mayor capacidad de decidir quién y cómo nos va a seguir exprimiendo, como en el mundo laboral donde les listes de turno intentan mantener el sistema de explotación para poder seguir viviendo de sus migajas o, incluso, vemos a quienes abogan por un modelo económico basado en la competitividad que sea más respetuoso con las diversas formas de vida que cohabitamos este planeta…

Hace ya 78 años, en la Península Ibérica, dio inicio una profunda experiencia colectiva que venía a sentar las bases del fin de todo esto. El 19 de julio de 1936, la clase trabajadora en armas ponía fin a la militarada fascista en muchos lugares de la península, destacando sin duda alguna la labor llevada a cabo en Barcelona, donde fue el proletariado afecto a las ideas ácratas el que se enfrentó con mayor tenacidad a los militares golpistas, demostrando su capacidad autoorganizativa y poniendo contra las cuerdas no ya al fascismo, sino a todo el entramado estatal de la Generalitat y el gobierno burgués de la República. Los años de autoorganización proletaria al margen de las instituciones del Estado, a través del anarcosindicalismo en el campo del trabajo, la autoformación colectiva en los Ateneos libertarios, los grupos de Mujeres Libres (MM.LL.) o las agrupaciones de Juventudes Libertarias, la gimnasia revolucionaria de episodios insurreccionales anteriores… todo, venía a converger ahora en un pueblo que se había educado a sí mismo para recuperar entonces el control de sus propias vidas y que venía a poner fin a siglos, a milenios, de explotación de unes sobre otres. Un pueblo que llevaba a cabo una profunda revolución social que pretendía transformar las bases políticas, económicas, culturales, etc., de la sociedad, alcanzar el comunismo libertario donde nadie fuese más que nadie, donde cada cual pusiese según su esfuerzo y recibiese en base a sus necesidades, acabando así con este régimen donde unes poques tienen de todo y la inmensa mayoría nada. Aquella experiencia, desatada por quienes querían evitarla (militares, burguesía, aristócratas, fascistas…), finalizó drásticamente, ahogada por dos bandos que seguían defendiendo la propiedad, la opresión de una clase sobre otra, de un sexo sobre el otro, el principio de autoridad en todas sus formas, en resumidas cuentas.

Hoy las miserias de entonces perduran, incluso han ido a peor al conseguir sus privilegiades derrotar entonces a les oprimides. Sin embargo, nos queda una importante lección histórica que aprender de aquel momento: la necesidad de organizarnos como clase, de luchar por lo nuestro con nuestro propio esfuerzo, sin aceptar las migajas envenenadas de nadie, con organizaciones propias, autogestionadas y con la acción directa y el apoyo mutuo como fundamentales herramientas de lucha, para golpear y ser capaces de aguantar los golpes de nuestres opresores. Buscar nuestra capacitación colectiva y emprender el camino de nuestra emancipación de toda forma de autoridad, siendo la revolución, la revolución social, en todos los aspectos de nuestras vidas, el necesario grito de esperanza que nos mantenga en la lid hasta el fin de todo privilegio, toda autoridad, hasta la consecución completa de la igualdad total y real.

CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL Y TODA AUTORIDAD:
¡REVOLUCIÓN SOCIAL!

Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
http://www.juventudeslibertarias.org // fijl@autistici.org

Descarga el panfleto aquí

revolucion social 19 julmilicianos-anarquistas toma cuartel de la montaña

CONTRA LA REPRESIÓN EJERCIDA POR EL ESTADO Y SU MAQUINARIA REPRESIVA

“…porque Estado significa precisamente violencia, La dominación por la violencia, enmascarada, si es posible y , si es preciso, franca y descarada.” –Bakunin

Una gran verdad, hoy aún en el siglo XXI, la cita de Bakunin rebosa actualidad. El Estado ejerce la represión ya sea por métodos directos- ilegalización de organizaciones políticas y sociales, criminalización, detenciones, cárcel, censura, montajes policiales, represión sindical…etc- o métodos más sutiles, como puede ser la represión “mental”, es decir, aquella destinada a crear un pensamiento único a través de la manipulación informativa, seleccionar la información, utilizar la cultura, la escuela…etc.

Puestos a poner etiquetas a las diversas estrategias de represión por parte del Estado podríamos nombrar la que explicamos a continuación: “Represión escudada en la seguridad”. Desde los atentados en WTC, los Estados dominantes iniciaron una oleada represiva a nivel mundial iniciando guerras en el tercer mundo y abriendo una “cruzada” contra la libertad en el “primer mundo”. El aumento significativo de las medidas de seguridad, han ido cuartando progresivamente derechos elementales, de libertad e intimidad, con controles en aeropuertos, en monumentos nacionales, …etc. Este tipo de represión tiene un cáliz especialmente racista dirigida especialmente a personas de origen extranjero.

La “mental” siendo esta la más reciente y la que mejor resultado le da al poder, previniendo el surgimiento de oposición a su pensamiento único. En los centros de enseñanza, día tras día se nos instruye en la forma de pensar, adiestrando nuestra forma de ver el mundo, negando toda capacidad crítica o independiente. El poder extiende el pensamiento único canalizando todo pensamiento ajeno a sus intereses y llevándolo a su parcela donde poder transformarlo y utilizarlo a su antojo.
Para ello, entre otras cosas, maneja y convierte la cultura en un mero instrumento, en el que además de ser una mercancía que otorga importante beneficios económicos, resulta pieza clave en el control de la población.

A pesar de aplicar nuevos métodos de control, el Estado no podrá nunca desembarazarse de su mayor sustento, la violencia. Ejercida a través de los cuerpos policiales, con torturas a detenidos, cargas en manifestaciones,…etc. Cada día aumenta más la represión policial en los barrios obreros, llevada a cabo por la policía “secreta”, también denominada “policía de paisano”, sorprendiendo y acosando a la población de los barrios, pidiendo sin ninguna justificación la identificación, registros….etc. La represión estatal, puede llegar a alcanzar una complejidad extrema, siendo el caso de los montajes policiales, en los que actúan juntos tres pilares básicos del sustento del Estado: Jueces/as, Policía, y Medios de comunicación, uno ordena, el otro ejecuta, y por último, los Medios actúan como difamador frente a la opinión pública.
La represión se extiende a muchos ámbitos entre ellos al del terreno laboral. Los trabajadores/as que se organizan en sus centros de trabajo para sus derechos laborales y su dignidad frente a los diversos ataques de la patronal se ven expuestos a la coacción por parte de los empresarios: amenazas y ejecución de despidos, acoso y palizas por esbirros de sus jefes o golpeados y detenidos por las fuerzas represivas.

En consecuencia, la única vía posible de defensa y fuerza para trabajadores/as y estudiantes es mediante la organización, la solidaridad y el apoyo muto. La unión es la única fuerza que supera a la maquina represiva del estado; hemos de protegernos los unos a otros, apoyar a los compañeros reprimidos, y no ceder.

Grupo Bandera Negar (F.I.J.L.) – 2008

LA CRISIS NO ES EL PROBLEMA, EL PROBLEMA ES EL SISTEMA

La reforma laboral ya se ha aprobado. El capitalismo ha sabido aprovechar bien su “crisis” y ha dado un nuevo varapalo a los derechos de la clase trabajadora. Las/os políticas/os, los sindicatos de representación, los medios de comunicación, todos ellos han cumplido satisfactoriamente su papel y pronto obtendrán sus beneficios.

Una vez más vemos como se recortan los derechos laborales y, en este caso, nos afecta especialmente, una vez más, a la juventud. No se trata sólo de las medidas específicas que nos tocan de lleno: como el fomento de la contratación para la formación o la extensión de sectores a los que podrán prestar servicios las/os trabajadoras/es de ETT; sino que, además, se van a empezar a aplicar una serie de medidas que se consolidarán durante los próximos años. Estas medidas van encaminadas a dar una gran versatilidad a las empresas a la hora de librarse de trabajadoras/es a precios irrisorios en períodos de escaso, o incluso previsible o supuesto escaso, beneficio económico.

De este modo, es lamentable comprobar el intento de los sindicatos de representación y de las/os políticas/os de “izquierda” de lavarse la cara. Por un lado, los sindicatos anuncian un paro, que no huelga, frente a una reforma que meses atrás estaban prácticamente firmando. Por el otro lado, las/os políticas/os “socialistas” se intentan justificar en base a la “situación económica” o en base a mandatos de la Unión Europea, cuando, una vez más, han demostrado que en esto de la política y del delegacionismo el color nunca importó.

No se trata de elegir una u otra opción política, tampoco de intentar hacer un poco más llevadera la explotación del hombre por el hombre. Se trata de comenzar a organizarnos nosotras/os mismas/os, para decidir nosotras/os qué es lo que queremos y cómo conseguirlo; se trata de acabar con el trabajo asalariado, al servicio y deseo de otras/os, para crear el trabajo útil, la actividad que, en colaboración con nuestras/os iguales, satisface nuestras necesidades materiales.

¡Por la Revolución Social! ¡Por la Anarquía!

Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas – 2010